El colmo

El colmo

Claudio Acosta.

– Siento curiosidad por saber qué explicación ofrecieron a sus superiores los agentes policiales pertenecientes al cuartel de Villa Consuelo, encima del cual operaban dos centros de distribución de drogas desmantelados el fin de semana por la DNCD. Pregunto porque, según la crónica periodística que dio cuenta del hecho, la operación de esos “puntos” era “vox populi” en un barrio donde todo el mundo se conoce, por lo que es poco probable que los agentes no notaran el movimiento propio de un negocio que operaba delante (o mejor dicho encima) de sus propias narices. Que se hayan hecho los chivos locos, y decidieran mirar para otro lado, es otra cosa, lo que no sorprendería a nadie que esté al tanto de las recurrentes denuncias –en su mayoría confirmadas y requete confirmadas– de policías y agentes de la DNCD que cobran peajes a los microtraficantes para permitirles operar a sus anchas. Lo deseable es que este episodio, tan elocuentemente ilustrativo de lo difícil que resulta enfrentar con eficacia al narcotráfico con los actuales niveles de connivencia entre narcotraficantes y las autoridades llamadas a perseguirlos, no termine reducido a otra anécdota más destinada a justificar nuestra perdida capacidad de asombro. De escuelas.- Eduardo Hidalgo, presidente de la ADP, dice tener la información de que las escuelas que construye el Gobierno no cuentan con los servicios que requiere la tanda extendida, como laboratorios, redes para la instalación de computadores y tabletas, entre otros. La denuncia de Hidalgo sorprende porque se supone que las nuevas escuelas fueron diseñadas para acoger, precisamente, la tanda extendida, pero en vista de que todo pinta a que la “revolución educativa” será el más importante legado del presidente Danilo Medina lo lógico es que en el Gobierno se ponga atención a cualquier denuncia o situación que pueda deslucirlo o dañarlo.

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