Desde el punto de vista del vestuario, el color es verdaderamente importante, porque se convierte en un indicativo de nuestro estado de ánimo. Y es que el color tiene mucho de interpretativo y hasta con los cambios de la naturaleza y la ubicación de los países en el globo terráqueo podemos relacionarlo.

Un claro ejemplo son las tonalidades asociadas a los países tropicales, una amplia paleta de colores vibrantes, que es orgullo de sus habitantes y admiración de los visitantes.[tend]

Esta exaltación al color es acogida por los artistas, en cualquiera de sus manifestaciones, y los diseñadores de moda no son la excepción.

Así lo demuestra la colección de fin de año de la diseñadora dominicana Giannina Azar, que se muestra plena de colores, tanto pasteles como vibrantes y en interesantes degradaciones.

Los colores, solos o mezclados, armonizan en cada una de los trajes con los exquisitos detalles que agrega la diseñadora, como son los bordados en piedra y cristal de swarovsky, y las flores, que en ocasiones van solitarias en algún punto llamativo del vestido y en otras se desprenden en cascadas.

Los vuelos y volantes, realizados en la misma tela del atuendo, también enriquecen el vestuario cargado que corresponde a la colección de finales de año de la reconocida profesional.

La gama de colores que utiliza Azar es amplia y comienza con el fucsia, al que se le agrega el rojo chino, el azul y el verde manzana. Las degradaciones tanto en estos colores como en amarillos, lilas y rosas, se expanden en todo el cuerpo del traje.