Para nadie es un secreto que los colores despiertan sentimientos diversos, y la psicología ha estudiado claramente este fenómeno. Pero también la filosofía oriental llamada feng shui hace un análisis del significado de cada color y de su utilidad en la ambientación de los diversos espacios de la casa.
EL ROJO
En la zona del primer Chakra hallamos el rojo. Es, claramente, expresión de pasión, amor, fuerza, potencia, ira, impulso, incluso odio. Su presencia nos indica algo muy fuerte; una imagen o un símbolo que se hace presente y que todos notamos. Es el color que menos pasa desapercibido.
Representa una tremenda fuerza vital, nacida de las entrañas más profundas de nuestras emociones.
Es, también, la imagen del fuego y, como él, proyecta energía a su alrededor. Y esa energía es transmisora de vida, por eso la sensualidad y la sexualidad también están atadas al color rojo.
Como es un color fuerte, pero también oscuro, la excesiva presencia del rojo en una habitación puede llegar a ser sofocante. Por eso, este color muy adecuado para los ambientes en los que debe haber actividad- debe aplicarse en toques pequeños. Si se mezcla con otro color debe ser en proporciones equilibradas, para que ninguno domine sobre el otro.
EL VIOLETA
Este color es sinónimo de calma, tranquilidad, control, dignidad y aristocracia.
Como el resto de los colores, el violeta tiene su propio lenguaje y su particular significado. Este lenguaje se manifiesta por la impresión que provoca en la persona que lo observa, creando sobre ella efectos distintos.
El violeta es la mezcla del rojo con el azul, y nos inspira inteligencia, reflexión, e, incluso, misticismo. Si recuerdan, es un color muy utilizado por la iglesia católica en acontecimientos muy particulares.
Esta idea de reflexión se une a los conceptos de introversión, melancolía y misterio. Si el violeta se inclina hacia el lila, pierde un poco su fuerza. Cuando predomina el púrpura, la grandiosidad se adueña de los ambientes o de las vestimentas que lo lucen.
EL NARANJA
Este color corresponde al segundo chakra, y es la representación de la fuerza, la energía, la seguridad.
Es un color racional, y esa actitud es la que sugiere su presencia y su uso. Es símbolo de responsabilidad y tranquilidad, de madurez y serenidad.
EL AZUL
Identificado con el cielo, el frío y la pureza, el azul se relaciona, además, con los conceptos de justicia y ecuanimidad. Su presencia influye en momentos en que se necesitan bajar tensiones, enfriar situaciones en las reuniones importantes… Nuevamente, aquí van los colores metálicos y blancos. Los ornamentos y las decoraciones deben ser redondas y muy brillantes. Aquí deben colgarse las tarjetas de los colegas del trabajo y de los clientes.
ACCIÓN DE LOS COLORES
Blanco: recupera la conexión con la pureza y eleva lo espiritual.
Magenta: Motoriza la energía espiritual y destraba obstáculos para los cambios.
Violeta: eleva la autoestima y mejora lo espiritual. Armoniza las fuerzas internas para promover la paz interior. Su vibración transforma lo negativo en positivo.
Azul: propicia la paz y tranquilidad, pero usado en demasía puede deprimir. Calma y relaja el cuerpo y la mente.
Verde: convoca a los buenos sentimientos y promueve la armonía y el equilibrio. Propicia la imaginación y la apertura hacia ideas y proyectos nuevos.
Rosa: contribuye al desarrollo emocional, despertando sentimientos dormidos. Ayuda a cuidarse y a ser más cálido para dar y recibir amor.
Amarillo: refuerza el mundo espiritual. Se relaciona con el gozo, la risa y la potencia del intelecto.
Anaranjado: induce a las emociones profundas, la pasión y el goce total de la vida. Brinda energías para la acción.
Rojo: aumenta la energía y el estado de alerta de los sentidos y la razón. Es símbolo de vida.
Marrón: mejora la coherencia y equilibra los deseos contrapuestos a la razón.