El comisionado de Grandes Ligas, Rob Manfred tenía “3 papas calientes” pendientes.
Suspendió por un mes al relevista Aroldis Chapman, “chanceó” a Yasiel Puig y le queda pendiente el caso de José Reyes.
Lo de Reyes se le ha complicado y ahora está presionado con tomar una decisión.
¿Qué ha pasado?
Reyes tenía un juicio pendiente, y basado en las acusaciones formales que le hicieran, entonces las Grandes Ligas ejecutarían su sanción.
Pero resulta que la audiencia se cayó porque la esposa de Reyes no quiso colaborar con las acusaciones que le hacía a su esposo.
Visto así, no hubo juicio, ni tampoco ninguna pena contra Reyes.
Y la siguiente pregunta es: ¿Basado en qué las Grandes Ligas van a suspender a Reyes?
No deberían hacerlo en función de rumores de cosas que no se probó que ocurrieron.
En lo que eso pasa, los Rockies no pueden contar con un pelotero cuyo salario es de 22 millones de dólares.
Pero algo más, tampoco lo pueden cambiar ahora, porque recuerden que Reyes dijo el año pasado que no quería estar en esa organización porque no tenían futuro.
De manera que Reyes se ha salvado brevemente de su esposa, le falta el obstáculo del comisionado y luego definir su futuro en Colorado. Todo al margen de la incomodidad de Reyes de no poder hacer lo que le gusta y apasiona que es jugar pelota.
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