El compositor más famoso

El compositor más famoso

POR ALEXIS MÉNDEZ
Una mañana, mientras intentaba concentrarme frente a la PC, Alexa, mi hija mayor, me lanzaba ráfagas de preguntas. Aquel cuestionario giraba en torno a un grupo de discos que había acumulado en una mesa, y que observaba cuidadosamente.

Una de las cosas que “mi pequeña” quería saber, era el significado de algunos nombres que aparecían entre paréntesis, debajo de los títulos de las canciones. Luego de contestarle que eran los compositores de aquellos temas, comenzó a leerlos en voz alta.

Ese juego que en principio dividía mi atención, la inclinó de manera absoluta, cuando mi adorada “Mafalda criolla” comentó, que entre todos los compositores, el más destacado era el señor D.R., y que había encontrado canciones escritas por él en la mayoría de los CDs.

No puedo contener la risa cada vez que pienso en ello. No obstante, debo decir que estoy completamente de acuerdo con Alexa, porque el señor D.R., cuyo nombre verdadero es Derecho Reservado, se ha constituido en el más popular y versátil compositor de todos los tiempos.

De este, desconocemos su nacionalidad, porque ha viajado por todo el mundo. Se ha codeado con todas las culturas y ha sabido plasmar el sentir de toda la gente que habita el hemisferio. Ha tocado lo sublime y lo absurdo, lo bello y lo feo, lo espiritual y lo terrenal. Conoce todo los estilos musicales. Ha bordeado la calidad y la mediocridad.

Yo que he vivido hablando del ingenio de Agustín Lara por haber parido a “Granada”. De la genial pieza colombiana “La casa en el aire”, he creído que es la mejor mezcla de ingenuidad y poesía que definen el talento de Rafael Escalona. También me he pasado años admirando a Chico Buarque por “Oh que será”, a José Manuel Calderón por “Llanto a la Luna” (El loco y la Luna), a Bobby Capó por su bolero “Juguete”, y a Félix López por el merengue “La Miseria”; y ahora encuentro, en diferentes álbumes, que el verdadero compositor es el señor Derecho Reservado.

Creía que hasta los extraterrestres sabían que “El Cumbanchero” era obra de Rafael Hernández; pero la producción de una orquesta australiana me confirmó que esta  obra también pertenece al señor D.R. Me enteré que “Feels so good” no es de Chuck Mangione, que “Moliendo Café” no es de Hugo Blanco, ni “Caballo Viejo” es de Simón Díaz. Hasta la ironía hecha canción que le hemos adjudicado a Violeta Parra pertenece a este autor. Un disco de una banda Sueca me restregó que “Gracias a la vida” es de la autoría del señor D.R.

Se ha hecho famoso gracias a un comodín inventado por el negocio del disco. Ese comodín ha estimulado el espíritu de haraganería de algunos disqueros. Ha cubierto las malas intenciones de otros que no quieren pagar regalías por derecho de autor. Y aunque las editoras han trabajado en estructuras que las unen a nivel mundial, y han puesto el Internet al servicio de sus conocimientos, muchos prefieren mantener al señor D.R. como el compositor más famoso.

Sí, él es compositor más famoso. Y aunque una niña de 7 años me lo hizo saber hace unos días, estoy completamente seguro de que es así. Y mientras exista la ignorancia, por un lado, y la negativa de liquidar a los autores, por el otro, él seguirá brillando. Lo hará por encima de Gardel, de Lara, de Pedro Flores y de Ravel. El esfuerzo de genios como Miles Davis y Ernesto Lecuona, será inmerecida herencia, mientras no se prohíban estas dos letras en los créditos de las composiciones.

programamusicamaestro@yahoo.es

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