El compromiso de Danilo Medina

El compromiso de Danilo Medina

Queda por saberse cuántos senadores, diputados, alcaldes y regidores mantendrá el PLD. Alguno perderá, pero no hay dudas sobre una definición en la primera vuelta. Los medios que acostumbran, ya hace décadas, realizar encuestas electorales, han reiterado que el presidente Danilo Medina tendrá una victoria muy sólida; la última Gallup-Hoy estableció que el 60.3%. Así, la pregunta no es si hay una segunda vuelta, como trataron de posicionar los partidos opositores, si no “¿cuál es el compromiso de Danilo Medina al otro día de saberse los resultados?”.
La continuidad tiene sus mieles, es obvio. Sin embargo, tiene también sus retos. Un presidente que se reelige sigue siendo presidente cuando resulte presidente electo. No hay transición. Hay quizá una pequeña pausa para el festejo, pero no hay ya los famosos cien días, y por contundente que sea la victoria (60% es una cifra sin precedentes desde el triunfo de Bosch) la demanda por más, por más de lo que nunca se ha hecho, será prácticamente inmediata. La luna de miel de Danilo Medina tendrá un gran final: una victoria que se presume contundente, pero también marcará una nueva etapa en su relación con la prensa, la sociedad civil, y la ciudadanía. ¿Podrá repetir o replantear en términos los logros de su gobierno actual?
Un triunfo con tintes de aprobación en referéndum planteará el dilema para el presidente y su equipo de cómo manejar el resultado, cómo interpretarlo, cómo administrarlo. Una lectura sería que recibieron tal apoyo, que tienen un cheque en blanco; algo así como un premio por el excelente trabajo realizado. Otra interpretación, un poco más realista, sería la de entender qué tampoco hubo una real oposición, no sólo en el periodo electoral, sino durante los cuatro años. Recibir por encima del 50% para un presidente que se reelige, ciertamente es una aprobación. Sin embargo, la política es siempre expectativa, y en nuestro país más que en ningún otro, la esperanza para que las cosas malas mejoren y las buenas se incrementen es un elemento a tomar en cuenta, porque va más allá de lo electoral.
Dejando de lado que todos los aspirantes presidenciales del 2020 querrán sacar provecho de los espacios en blanco o los errores que pudiera cometer el nuevo gobierno, existen temas como la seguridad ciudadana, la sostenibilidad fiscal, la equidad y el fortalecimiento del concepto de ciudadanía, que aunque registran importantes avances, todavía tienen mucho espacio para seguir afanando con ellos.
En mi opinión, el triunfo tiene que recibirse con la misma humildad mostrada hasta ahora. Y en los hechos, eso va a significar un mayor esfuerzo en mostrar soluciones lo más cercanas a definitivas que materialmente se pueda. Especialmente en el tema económico, el saneamiento fiscal y la impostergable materia de seguridad.
Así, si Danilo Medina quiere dejar un legado, y no ser uno más que tuvo continuidad en el gobierno, debe ser fijando meta en lo “que nunca se ha hecho”, de forma tan definitiva, contundente y transparente como parece que lo será su triunfo el próximo domingo.

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