El Conani nunca ha recibido lo que dice la ley: 2% presupuesto

El Conani nunca ha recibido lo que dice la ley: 2% presupuesto

La Ley 136-03 establece que el 2% del Presupuesto General del Estado debe asignarse al Consejo Nacional para la Niñez y la Adolescencia (Conani), pero esa disposición es letra muerta pues nunca se ha cumplido, y en los últimos cuatro años a la entidad le han congelado los fondos en RD$730 millones al año.

Las donaciones internacionales son las que llenan el hueco financiero; de lo contrario sería imposible atender los centros de atención distribuidos en todo el país, y aplicar el sistema de vigilancia en favor de los menores en situaciones de riesgo.

“Nosotros hemos podido avanzar y hemos aplicado la Ley gracias a las ayudas de organismos internacionales, lo que pasa es que nosostros aprendimos a manejarnos con lo que se nos asigna”, afirmó Kirsys Fernández, presidenta del Conani, al referirse a las finanzas de la entidad en el Almuerzo del Grupo de Comunicaciones Corripio.

Con los RD$730 millones que la institución percibe tiene que atender las necesidades de 52 Centros de Atención Integral, en los que se asiste a niños entre 45 días de nacidos hasta cinco años; ocho hogares de paso; y el Hogar Ángeles de Conani, que sustituyó al Hogar Luby que fue cerrado por maltratar a los niños que acogía.

Con los mismos recursos deben funcionar 23 oficinas, las áreas instaladas en los tribunales de niños, niñas y adolescentes, y pagar una nómina de 2,300 empleados.

Las limitaciones económicas han impedido, afirmó Fernández, que el Conani también cumpla con su propia ley orgánica, la que establece que se instalen oficinas en los 158 municipios del país.

El organigrama de Conani está diseñado a partir de una oficina nacional que funciona en Santo Domingo, y tiene por objetivo diseñar políticas para beneficio de la niñez dominicana.

De esta se desprenden las oficinas regionales y municipales ubicadas en la Provincia Santo Domingo y el Distrito Nacional, La Vega, Sánchez Ramírez, Monseñor Nouel, Santiago, Puerto Plata y Espaillat.

Asimismo Valverde, Montecristi, Dajabón, Santiago Rodríguez, Duarte, Salcedo María Trinidad Sánchez, Samaná, San Juan y Elías Piña.

Régimen de adopción. El mecanismo que se implementa en el país para la adopción de menores no es el más difícil, pero sí se apega a los protocolos locales e internacionales que procuran que se preserve la integridad física y emocional del niño en adopción.

Esas precisiones fueron externadas por Tilza Ares y Librada Vidal, encargadas del departamento legal del Conani y del departamento de adopciones, respectivamente.

“La finalidad de la adopción es darle una familia idónea a un niño que no tiene, no un hijo a una familia que quiere entretenerse”, afirmó Ares al destacar por qué son tan rigurosos con los procesos de adopción de infantes.

Vidal explicó sobre el mismo aspecto, que el procedimiento de adopción tiene dos etapas, una de carácter judicial, que implica la emisión de una sentencia de abandono voluntario de la potestad del niño; y otra de tipo psicológico vinculada con la evaluación que se le debe hacer a los futuros padres.

“Si las evaluaciones dicen que la pareja le garantiza estabilidad emocional al niño, entonces se aprueba, lo que no podemos hacer es festinar las adopciones”, destacó Vidal.

A Fernández se le preguntó si en el país se da el fenómeno de los vientres de alquiler, mujeres que conciben para darle la criatura a otros, en la mayoría de los casos a cambio de dinero.

Al responder que las leyes dominicanas prohíben esa práctica, dijo que de darse una situación como esa los padres que acojan a la criatura no podrán declararlos porque la adopción es un proceso que coordina y controla solo el Conani.

“Todo el que quiera entregar su hijo en adopción debe hacerlo a través del Conani”, precisó.

El régimen de adopción excluye a los solteros, a menos que por mucho tiempo hayan sido tutores de un niño.

Por qué el desapego. Fernández explicó que, en la mayoría de los casos, Conani recibe niños cuyas madres los abandonaron en los hospitales después de nacer, y o padres biológicos que por pobreza o enfermedad no pueden atender a sus hijos.

Vícitmas de violencia. Los menores que son víctimas de la violencia que se genera en sus hogares, o cuyas madres fueron asesinadas por sus parejas o exparejas, no entran al sistema de Conani, porque se dejan con familiares a quienes se les da asistencia terapéutica.

“Por orden de un juez entran temporalmente al sistema, trabajamos con sus familiares, a quienes les damos un apoyo ambulatorio para que pueden atender a estos niños vulnerables”.

Publicaciones Relacionadas

Más leídas