Por Julio Ravelo Astacio (2/4)

El hecho de que la nación sea considerada como una categoría histórico-social la vincula a procesos macroeconómicos y políticos, así como a hechos que involucran el compartir un territorio y tener una estructura de clases propias. Se señala que, en términos de proceso, la nacionalidad precede y forma parte de una nación.

Urkola M. pone de manifiesto que en la nación se da la conjunción de elemento objetivos y subjetivos, especificando que los elementos objetivos se refieren a factores históricos, socioeconómicos y culturales, y los subjetivos a la conciencia nacional, la voluntad común o deseo de vivir unidos en una comunidad y al sentimiento nacional.

Este autor destaca la importancia de los elementos subjetivos en la problemática nacional, plantea la necesidad de aproximarse al estudio de éstos desde una perspectiva psicosocial, ya que, la consideración de los aspectos psicosociales relacionados con la cuestión nacional, tiene que ver con el hecho de la capacidad que tiene el sujeto de elegir la comunidad cultural, así como también, lo que sustenta la soberanía política y el proyecto nacional.

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Reconoce, asimismo, que todo proyecto nacional es una construcción mental, por cuanto implica unos elementos subjetivos y una creación humana.

La trascendencia que tiene el concepto de nación en el análisis de la identidad personal y social la subrayan Ramírez S. y Torregosa JR al afirmar que: “El concepto de nación se revela insustituible de cara a la definición de la identidad personalgrupal”.

Al buscar las connotaciones de los procesos y elementos que son compartidos por los integrantes de una comunidad nacional, se subraya que: “El componente más evidente de la mentalidad parece ser la comunidad del temperamento nacional”.

Con el interés de ampliar en torno a los elementos a través de los cuales tiene expresión nacional, es interesante llamar la atención acerca de que, elementos de la cultura espiritual como la literatura y el arte, ciertos hábitos de comportamiento, costumbres y tradiciones, grado y carácter de educación, etc, llevan el sello evidente de las peculiaridades nacionales.

Algunos rasgos psicológicos del dominicano.

Todavía no podemos ser concluyentes sobre los que podrían ser los rasgos psicológicos del dominicano. El hecho de haber tenido una vida económico-social y cultural tan accidentada necesariamente ha conducido a patrones de comportamiento distintos.

Disculpen los amigos lectores, pero, algunos acontecimientos en la vida de los pueblos no pueden ser obviados. Hagamos una pausa para darle continuidad al tema que venimos desarrollando en la próxima semana. Abordemos con entusiasmo y sentimiento patrio: “El mes de la Patria”.

Mes de la Patria: Del 26 de enero, fecha natalicia de Juan Pablo Duarte, hasta el 27 de febrero aniversario de nuestra independencia, así llamamos los dominicanos a este período del año en que el país y sus instituciones honran a Duarte, Sánchez y Mella fundadores de nuestra nacionalidad.

Ellos comprendieron la necesidad de una nación libre, soberana e independiente.

Definieron un plan. Trabajaron y organizaron sectores. Lo arriesgaron todo incluyendo su propia existencia y la de los suyos, para avanzar en la materialización del mismo.

No escatimaron esfuerzos ni sacrificios.

Ideas y objetivos bien definidos. Firmes convicciones. Sentido del deber y el compromiso que ese proyecto implicaba lo llevaron a arriesgar todo en favor de la causa libertaria.

Basta evocar las condiciones en que ellos desarrollaron y lideraron esas luchas. Los escenarios de vida existentes, las limitaciones y riesgos para valorar en su justa dimensión, el aporte que con sus luchas y convicciones fraguaron hasta lograr sus objetivos.

El país logró su independencia. A pesar de los altibajos y conflictos propios de toda sociedad hemos avanzado. Nos hemos consolidado como nación. Nuestra democracia y sus instituciones se fortalecen. El futuro se muestra esperanzador. Gratitud eterna a los Padres de la Patria, por sus inmensos aportes al país. Sus luchas y sacrificios, junto a muchos buenos dominicanos que en ese entonces y años después han venido aportando sus mejores esfuerzos, capacidades y luchas para profundizar los logros que nos llevaron a la fundación de la República. Nuestro compromiso: continuar avanzando por esa ruta esplendorosa de fortalecimiento institucional, libertades públicas y compromisos con un futuro mejor.