El conductor designado no toma, pero se divierte

El conductor designado no toma, pero se divierte

Reconociendo que el alcohol es uno de los principales factores de riesgo para los accidentes de tránsito, y que manejar bajo la influencia del alcohol es un acto mortal que acaba con miles de vidas, países como Estados Unidos y México llevan años implementando programas comunitarios dirigidos a los jóvenes para prevenir el manejo bajo la influencia del alcohol.

Los programas del Conductor Designado y del Transporte Seguro – así como los programas de adiestramiento y movilización de esfuerzos altamente visibles para hacer cumplir la ley – contribuyen a cambiar las actitudes hacia el manejo bajo la influencia del alcohol. Estas medidas también ayudan a crear una mayor conciencia pública sobre los problemas y proponen alternativas a manejar en estado de ebriedad.

En Estados Unidos, estos programas son impulsados por la policía e instituciones gubernamentales y ejecutados por organizaciones sin fines de lucro. En México, el Programa del Conductor designado es impulsado principalmente por universidades y ejecutado por jóvenes estudiantes.

[b]CONDUCTOR DESIGNADO[/b]

El programa de Conductor Designado promueve el concepto de designar un conductor que se mantenga sobrio, pero dependiendo de las necesidades de la comunidad existen variaciones.

Los promotores del programa aseguran que es efectivo porque se eliminan muchos de los riesgos asociados con el manejar bajo la influencia del alcohol y porque las personas que se familiarizan con este programa se motivan a tratar de evitar el manejar después de consumir bebidas alcohólicas.

Un Conductor Designado es un adulto que tiene edad para consumir alcohol y que se compromete a no beber bebidas alcohólicas, y a llevar en forma segura a su hogar a cualquier otra persona. Si se trata de un grupo grande, probablemente será necesario tener más de un Conductor Designado.

El Conductor Designado puede ser utilizado en cualquier lugar donde la gente viaja junta después de consumir bebidas alcohólicas, incluyendo fiestas en residencias privadas, en bares, en eventos deportivos, en restaurantes o en fiestas de oficina.

Los Conductores Designados también son de importancia cuando alguien consume medicinas porque podría ponerlo soñoliento o afectarlo en otra forma de manera que no esté en condiciones de manejar.

[b]TRANSPORTE SEGURO[/b]

El programa de Transporte Seguro es un método alterno de transporte que hace posible que las personas que han consumido bebidas alcohólicas puedan llegar sanos y salvos a su casa. Está diseñado para aquellos que piensan consumir bebidas alcohólicas o tomar medicinas con o sin prescripción que podrían afectar su habilidad de manejar.

Ambos programas requieren que las personas planeen por adelantado y tengan la opción de seleccionar a una persona que no consuma alcohol o de hacer arreglos para un transporte seguro a su casa.

Entre los beneficios del Conductor Designado y del Transporte Seguro se encuentran: salvar vidas, disminuir el número de accidentes por conducir en estado de ebriedad, fortalecer el sentido de la responsabilidad y la prudencia y fomentar el consumo responsable al hacer conciencia de no mezclar alcohol con el volante.

[b]VOCES EN CONTRA[/b]

En algunos países de América Latina donde se ha intentado introducir el programa del Conductor Designado han surgido voces que consideran que la medida alienta a las personas bebedoras a hacerlo aún más porque en el fondo constituye un incentivo y una invitación abierta para que un grupo decida tomar sin ningún límite.

Esas voces opinan que las autoridades de tránsito deberían introducir sanciones más severas para aquellos automovilistas adoradores del dios Baco e introducir campañas masivas para que se abstengan de ingerir bebidas alcohólicas en cualquier circunstancia.

Quienes se oponen a la medida expresan que no hay garantía de que el Conductor Designado no inclinará el codo al igual que sus acompañantes y que es imposible que la policía vigile que el conductor sobrio no haga trampa y se tome su también su “traguito”.

Consideran que conducir bajo los efectos del alcohol debería combatirse con penas más severas que deben incluir fuertes multas y con privación de libertad.

Otros aseguran que aunque estos programas son excelentes, nunca llegarán a permear a la sociedad, mientras esta última no considere la seguridad vial como una prioridad educativa.

[b]SI VAN A SALIR DE BONCHE[/b]

– Cenen entre amigos o coman algo antes de salir de casa. Con el estómago vacío el alcohol se absorbe más rápidamente.

– Si el grupo se traslada en auto asegúrense de que tenga suficiente gasolina y los frenos se encuentren en perfecto estado.

– También es muy útil verificar el estado de goma para repuesta y del acumulador.

– Viajen en uno o dos carros.

– Tomen con moderación: la idea es divertirse, no arriesgar la vida.

– Si nombran un conductor designado, este deberá hacerse a la idea de que es responsable de manejar y no beber. Ya le tocará su oportunidad de hacerlo.

– Acudan a sitios ubicados en lugares conocidos y de fácil acceso y salida.

– Es fundamental que al menos la mitad de los asistentes lleve consigo teléfono celular con batería cargada, o bien, tarjeta telefónica, a fin de realizar llamadas de emergencia.

Cada miembro del grupo debe llevar dinero suficiente por si se presenta algún imprevisto.

– Beban sólo de botellas perfectamente cerradas y con sellos de garantía intactos; de esta manera se disminuye el riesgo de ingerir bebidas adulteradas o de dudosa procedencia.

– No deben aceptar bebidas o productos que les ofrezcan desconocidos. No mezclen bebidas, pues esto ocasiona que la consecuente resaca sea más intensa. Todos deberán cuidarse mutuamente.

– Eviten pleitos; si alguien se pone agresivo es preferible alejarse con cuidado.

– En el traslado a casa, no jueguen carreras; el precio de hacerlo podría ser muy alto: la propia vida.

– Aunque quien maneje sea el conductor designado, tampoco debe pisar de más el acelerador.

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