El presidente del Consejo Nacional de la Empresa Privada (Conep), Manuel Díez Cabral, expresó que el país debe abocarse a la modificación del Código Laboral porque el vigente afecta la competitividad de los sectores productivos.

Al hacer la afirmación, Díez Cabral aclaró que el empresariado no propone la eliminación de los derechos adquiridos de los trabajadores, pero destacó que es insostenible un modelo que, de alguna manera, penaliza la productividad por sus altos costos.

Como para fortalecer el planteamiento, Marisol Vicens, del comité ejecutivo de la entidad, explicó que 68 centavos de cada peso que se paga de salario se traduce en cargas laborales.

Esas cargas, dijo, están repartidas entre la seguridad social, las reservas para preaviso y auxilio de cesantía, bonificación anual, el pago de vacaciones y de licencia. Todo eso representa una carga laboral alta, la más alta de la región centroamericana y una de las más elevadas de América Latina, afirmó.

Igualmente dijo que esos son los puntos que el empresariado está tratando de sensibilizar a las autoridades y al sector sindical, porque en momentos de crisis Europa ha tenido que revisar su normativa laboral.

Son los temas que debemos ir viendo, porque de qué se nutre la seguridad social, pues del empleo formal, y si nosotros no le prestamos atención a que no podemos seguir en un sistema que promueve la informalidad, no vamos a tener suficientes empleos formales que protejan a los trabajadores, sino también que le garanticen la seguridad social y que coticen.

Cuestionado sobre cuál es el perfil del Código Laboral que se adapta a las necesidades o intereses de los empleadores, Díez Cabral respondió que tenemos ideas que estamos llevando sobre la mesa, y una de ellas tiene que ver con los embargos a las empresas por demandas por el pago de prestaciones laborales.

Esas son situaciones que afectan la competitividad de las empresas y el clima de inversión que se requiere para atraer capitales extranjeros, refirió.

Las claves

1. Los cambios

Los empresarios entienden que el Código Laboral vigente repercute negativamente en la competitividad de sus industrias.

2. Los sindicatos

Los trabajadores se oponen a tales modificaciones porque entienden que el interés último es eliminar sus derechos adquiridos, lo cual negó Manuel Díez Cabral, presidente del CONEP.