El confuso e inútil plebiscito de Fortuño

El confuso e inútil plebiscito de Fortuño

En febrero de este año escribí en esta columna cómo, al final de la guerra hispano americana — en forma de  botín de guerra — la isla de Puerto Rico después de más de 400 años de coloniaje español fue traspasada, como consecuencia del tratado de París de 1898 al tutelaje de los Estados Unidos, junto con Filipinas, Cuba y Guam.

El Estado Libre Asociado es un territorio no incorporado de los Estados Unidos, con constitución y autogobierno propios y aunque, los boricuas, son ciudadanos de los Estados Unidos, a los puertorriqueños residentes de la isla no les aplican muchas de las leyes federales por su condición de territorio no incorporado. Pero lo más importante es que la soberanía de Puerto Rico depende de la decisión del Congreso de Estados Unidos, por lo que la limitada soberanía que actualmente tienen los puertorriqueños puede ser modificada con una simple decisión del Congreso Federal.

Evidentemente el estatus de la soberanía de la isla no está resuelto a pesar de que en los últimos 45 años se han  celebrado tres plebiscitos (1967,1993 y 1998) en los cuales se presentaron las tres siguientes posibilidades: continuar con el Estado Libre Asociado (ELA), convertirse en Estado de la Unión Americana o sumarse a las repúblicas independientes de Latinoamérica.

En el 1967, el ELA que apoyaba el Partido Popular  ganó el plebiscito con 60.4% de los votos emitidos,  el Partido Nuevo Progresista ( PNP ) que propugnaba por la estadidad obtuvo 39%  y  el  Partido Independentista, que persigue, como su nombre indica, la independencia de la isla, recibió 4.25% de los votos.

En el plebiscito del año de 1993, los resultados fueron : ELA – 48.6%, estadidad – 46.3%, e independencia – 4.4% de los votos.

Pero en el plebiscito del 1998,  se introdujo una variante: el voto se elaboró sobre la base de cuatro opciones, además, el votante podía escoger no solo esas cuatros opciones, sino decidir  que ninguna de esas era de su agrado, solo tenía que escoger «ninguna de las anteriores»

Al triunfar,  » ninguna de las anteriores» con más del 50% de los votos, se mantenía el ELA, por  cierto,  la estadidad obtuvo 46.5% de los votos y  la independencia 2.5%.

El diseño del plebiscito del pasado 6 del noviembre fue una clara imposición de la mayoría legislativa del partido gobernante-estadista del Gobernador Luis Fortuño. La consulta popular se realizó por primera vez simultáneamente con las elecciones generales. Fortuño calculó que si ganaba la reelección como gobernador, ganaba automáticamente el plebiscito y ahí, precisamente, fue que se le peló el billete. Fue derrotado como gobernador de la isla por Alejandro García Padilla del Partido Popular.

El  plebiscito no era vinculante frente al Congreso Federal, debido que que no contaba con la aprobación de los legisladores norteamericanos, ni con el apoyo del Presidente Obama, por lo tanto, los resultados no obligaban a nadie, era más bien un sondeo de opinión pública sobre el estatus de la isla.

El plebiscito fue raro y confuso por la forma como se estructuró. Consistió de dos preguntas, una primera que cuestionaba la opinión del votante referente al actual estatus, o sea, el Estado Libre asociado. Específicamente preguntaba:  ¿ Está usted de acuerdo con mantener la condición política territorial actual? Los resultados fueron los siguientes: NO – 51.71%; SÍ- 44.04%; y votos en blanco 3.55% e inválidos 0.71%.

La segunda pregunta decía: independientemente de la repuesta a la primera pregunta, ¿Cuál de las tres opciones usted prefiere ? Los resultados de la segunda pregunta de los votos totales emitidos fueron los siguientes: Estado de los Estados Unidos – 44.61%; el ELA – 24.32%; la independencia – 4.04% ; votos en blanco- 26.04% y nulos 0.96%.

O sea, de los votos emitidos, ninguna opción resultó mayoritaria, es decir, la opción ganadora fue menor que la suma de las otras opciones. Es posible, que los estadistas aleguen que si los votos en blanco son nulos, entonces ellos ganaron por un poco más de 60%, sin embargo, soy de opinión que esa teoría carece de legitimidad, pues, en una consulta de preferencias, lo que se mide, es los votos emitidos, contra, el porciento de aprobación de una preferencia específica.

Entonces, ¿ Quien  ganó ? Nadie ganó, así como suena, nadie. Eso lo  predije en febrero de este año, fue un ejercicio confuso e inútil, no hubo ganador, pero sí,  un gran perdedor.

Ese perdedor, sin dudas, fue Luis Fortuño, que  perdió no solo la reelección para un segundo mandato como Gobernador de la isla sino el plebiscito también. Pero además, su partido perdió la Alcaldía de la capital San Juan y también perdió en los Estados Unidos, pues realizó en la isla y en el territorio continental, una campaña feroz en contra del Presidente Obama, pero los puertorriqueños que viven en los Estados Unidos le contestaron a Fortuño votando más del 85% a favor de Obama.

El empeño, una vez más, de los estadistas de imponer la estadidad a un pueblo a la cañona o a raja tabla,  como dicen en Borinquén, fracasó de nuevo.  Nunca en la historia de Puerto Rico, después de más de cien años de tutelaje estadounidense , la Estadidad ha sido mayoría.

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