En estos días he estado escuchando voces que señalan que una parte de la dirigencia del PRD no considera prioritario la realización del congreso que debe hacer todo partido para analizar los aciertos y desaciertos  que ha tenido, y de esa manera fortalecer su organización. Además, discutir las políticas públicas que el partido defenderá permanentemente en pos de la mejoría de las condiciones de vida de la mayoría de la población.

Por otra parte también he escuchado que el partido no tiene los recursos suficientes para montar un congreso y acto seguido celebrar la convención  para la selección de su candidato presidencial a las elecciones nacionales del 2012.

Y digo candidato, por que en esta ocasión son solamente hombres los que están aspirando a esa posición.

Soy de los que cree firmemente que la celebración de un congreso beneficia al partido desde las bases hasta la dirigencia máxima. Y, mientras más temprano se celebre, mejor.

No hay mejor dinero gastado en un partido político que la inversión en una actividad productiva como un congreso para adecuarlo a los nuevos tiempos.

Esto así, si verdaderamente la dirección quiere que el partido alcance el poder en el 2012.

Se puede alegar que el PRD ha ganado las elecciones presidenciales anteriormente sin haber realizado congreso alguno, sin embargo, los tiempos cambian y la sociedad de hoy día demanda de sus dirigentes políticos ideas claras, políticas públicas bien definidas y en qué grado esas políticas benefician a las grandes mayorías. El PRD, como único partido que ejerce la democracia interna verdaderamente en la sociedad dominicana, tiene el deber de colocarse al nivel de estos tiempos.

Considero que no hay que temer las discusiones dentro del congreso cuando se analicen los desaciertos, porque también se analizarán los aciertos, en un ejercicio democrático para llegar a conclusiones que de seguro serán muy beneficiosas para el partido y para el país.

El hecho que se discuta a profundidad la ideología que el partido debe sustentar; la doctrina socialdemócrata, comprometiéndose el partido, sus dirigentes y el candidato presidencial que resulte ganador en la próxima convención a defender a los sectores de la población más vulnerables; realizar un gobierno de centro izquierda acorde con los principios de la socialdemocracia e invirtiendo en el desarrollo social, donde la educación, salud, seguridad social y ciudadana, creación de empleos y que la distribución de obras de infraestructura sean repartidas equitativamente en todo el territorio nacional, de seguro que será la mejor inversión que partido alguno pueda hacer para ganarse las simpatías de la mayoría de la población.

Es cierto, que las corrientes internas del PRD están preparándose para ganar la convención y elegir al candidato de su preferencia.

 Pero esto no quiere decir que sus dirigentes hagan caso omiso a la celebración del congreso o no lo quieren. Será de mucha más fortaleza para el candidato ganador tener acabada una propuesta de gobierno habiéndose discutido de antemano por un gran grupo de pensadores, las políticas públicas más convenientes para el desarrollo del país y sobretodo para la gente.

De un compromiso serio, concreto y creíble por las grandes mayorías, es que el PRD se fortalecerá y podrá desplazar del gobierno al PLD y a Leonel Fernández.

Compañeros y compañeras dirigentes máximos del PRD, acaten las recomendaciones que ha hecho el grupo de dirigentes que como el amigo y compañero Tirso Mejía-Ricart señalan como muy beneficiosa la realización del congreso, que de seguro será renovador, y les dará los nuevos bríos al buey que más jala.