WASHINGTON (AFP).- El consumo de cocaína en Europa alcanzó “niveles alarmantes” en Europa y los gobiernos de la región deben tomar en serio ese “peligro”, reveló un informe de la Oficina de Naciones Unidas contra la Droga y el Delito (UNODC), dado a conocer ayer, lunes, en Washington.

“La demanda de cocaína está alcanzando niveles alarmantes en Europa”, afirmó Antonio María Costa, director ejecutivo de la UNODC, al presentar a la prensa el informe 2006, en presencia del zar antidrogas estadounidense, John Walters.

“Exhorto a los gobiernos de la Unión Europea (UE) a no ignorar ese peligro”, añadió el responsable de Naciones Unidas. “Demasiado europeos educados usan cocaína, negando a menudo su adicción”, afirmó el director de la UNODC, con sede en Viena.

“La prensa habla demasiado a menudo del abuso de drogas por parte de famosos sin criticarlo, sembrando confusión entre los jóvenes y haciéndolos vulnerables”, advirtió el responsable de la ONU, que presentó hace una semana en Bogotá la parte del informe dedicada a los países andinos.

“El balance del control de la droga en la región andina es frágil” a pesar de “las significativas reducciones que se han conseguido en los últimos cinco años”, dijo entonces Costa.

“Los gobiernos están intentando mantener las reducciones significativas que se han alcanzado en los últimos cinco años y las cifras totales permanecen casi un tercio más bajas que en su pico de 2000, pero necesitan considerable asistencia para dar a los cocaleros pobres medios de vida alternativos”, añadió.

La producción de cocaína se concentra en Colombia, donde permaneció estable en 640 toneladas métricas. En Perú, la cantidad del alcaloide procesado disminuyó -5% a 180 toneladas métricas (190 en 2004)- y en Bolivia cayó 16% a 90 toneladas métricas (107 en 2004).

En contraste, el área cultivada con hoja de coca (materia prima de la cocaína) aumentó globalmente en los tres países, al pasar de 158.000 hectáreas en 2004 a 159.600 el año pasado.

Este incremento se explica por una ampliación del 8% en el área sembrada en Colombia, pese a una intensa campaña de erradicación y fumigación apoyada con millones de dólares por Estados Unidos, mientras que en Bolivia y Perú los cultivos disminuyeron 8% y 4%, respectivamente.

En Washington, Costa también advirtió de que la producción de opio podría aumentar este año en Afganistán, debido a la pobreza de los campesinos de dicho país, la falta de seguridad y el hecho de que el gobierno de Kabul no logra controlar todo el territorio.

Según el responsable de la ONU, la marihuana sigue siendo la droga más popular en el mundo. “Hoy día, las características nefastas del cannabis no se diferencia mucho de otras drogas producidas a partir de plantas como la cocaína y la heroína”, explicó.

Frente a la multitud de políticas antidrogas existentes en los diferentes países consumidores, Costa pidió una mayor cooperación.

“Con tantos años de experiencia sobre el control de la droga, ahora sabemos que una estrategia coherente a largo plazo puede reducir la oferta de droga, la demanda y el narcotráfico”, afirmó.

“Si esto no ocurre, será porque algunas naciones no toman suficientemente en serio el asunto de la droga y llevan a cabo políticas inadecuadas. Muchos países merecen el problema de droga que tienen”, opinó.