La OPEP vaticinó este martes que el consumo mundial de petróleo aumentará en 2023 hasta 103 millones de barriles diarios (mbd), un 2,7 % más que este año, siempre y cuando la guerra en Ucrania, la inflación y la pandemia de covid “no tengan un mayor impacto negativo” en el crecimiento de la economía global.
En su informe mensual sobre el consumo y otros aspectos, la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP) advierte no obstante de grandes “riesgos a la baja» y, de hecho, el crecimiento estimado para el año próximo supone una ralentización frente a la subida del 3,47 % calculada para 2022.
“Se espera que la demanda de petróleo en 2023 se vea respaldada por unos resultados económicos todavía sólidos en los principales países consumidores, así como por la mejora de los acontecimientos geopolíticos y la contención del covid-19 en China”, señalan los expertos de la organización.
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Al hacer sus estimaciones, la OPEP asume que “los acontecimientos geopolíticos en Europa del Este”, en referencia a la invasión rusa de Ucrania, y “el endurecimiento financiero mundial en medio de la creciente inflación no afecten negativamente” al crecimiento de la economía mundial en 2023, que calculan será del 3,2 %.
Eso sí, los analistas del grupo petrolero advierten de que persisten “riesgos a la baja”, sobre todo por la inflación en todo el mundo, una “preocupación” que se suma a los posibles efectos adversos del endurecimiento de las políticas monetarias de los principales bancos centrales.
La posibilidad de nuevas restricciones al movimiento para frenar brotes de covid, las tensiones en los mercados laborales, los cuellos de botella en las cadenas de suministros y los altos niveles de deuda de los países, son otros factores que “preocupan” a la OPEP.