El contendiente de George W. Bush

El contendiente de George W. Bush

El partido demócrata de los Estados Unidos parece dirigirse a la elección definitiva del candidato a la nominación presidencial la cual es muy probable que se decida en las próximas primarias que se celebrarán el “Super Martes” (Super Tuesday, en inglés), como se le llama en el argot político norteamericano al primer martes del mes de marzo que engloba las votaciones internas demócratas de 10 estados, entre los que están California, Massachussets, Nueva York, Connecticut y otros no menos importantes, que aportan 1,151 delegados a la convención nacional.

A pesar de ello, el proceso no concluye hasta junio con las votaciones internas finales de los estados de Nueva Jersey y Montana, y la proclamación del candidato ganador en la convención nacional del partido, que tendrá lugar en Boston, Massachussets, a finales de julio próximo, quien luego deberá enfrentarse al actual presidente George W. Bush en las elecciones de noviembre.

De los cuatro candidatos que aún quedan en la lucha por la nominación demócrata, es John Kerry, el senador por Massachussets, quien parece perfilarse como el seguro ganador de la contienda, luego de la salida del otrora favorito ex gobernador del estado de Vermont, Howard Dean.

Este veterano de la guerra de Vietnam, que estudió en la Universidad de Yale y posteriormente se graduó de abogado en la Universidad de Boston, ha recibido los más altos honores que otorga el Ejecutivo Federal y el Congreso (una Estrella de Plata, una Estrella de Bronce y tres Corazones Púrpuras), a pesar de haber criticado duramente en 1971, frente al comité senatorial de relaciones exteriores, la política estadounidense hacia el país asiático.

John Kerry se inició en la política al aspirar a un cargo congresional que no pudo obtener en 1972. Cuatro años más tarde inició su carrera pública como fiscal de un condado de Massachussets y seis años después fue electo Vicegobernador del Estado. En 1984 fue elegido senador y actualmente agota su cuarto período en el Senado.

Sus críticas al Presidente Bush por haber desinformado al país sobre la realidad en Irak, así como su posición sobre otros temas de primer orden, como la promoción de incentivos financieros para disminuir el costo de las medicinas, la agilización de los procesos de inmigración a los fines de reunir a las familias inmigrantes, la revocación de los recortes de impuestos a favor de los ricos, entre otros factores, le han granjeado el apoyo de la mayoría de los votantes demócratas, hecho que se ha reflejado en las urnas, al ganar 15 de las 17 primarias estatales celebradas hasta la fecha.

Estas victorias le representan al senador Kerry un total de 608 delegados a la convención nacional que deberá elegir el candidato presidencial demócrata, seguido por el flamante senador por el estado de Carolina del Norte, John Edwards, quien ha obtenido 190 delegados de los 2,161 que se necesitan para que un aspirante sea proclamado ganador. Los otros dos candidatos, el activista de los derechos civiles, reverendo Al Sharpton, y el congresista Dennis Kucinich, tienen 16 y 2 delegados, respectivamente.

Las últimas encuestas sobre quién es el mejor candidato demócrata le dan una amplia ventaja al senador Kerry sobre sus compañeros de partido y, además, lo colocan como el único con posibilidades reales de ganarle al actual presidente en las elecciones de noviembre. Ahora, con la salida, hace apenas unos días, de quien fuera su más fuerte contendor, el ex gobernador del estado de Vermont, Howard Dean, la posición de Kerry como favorito se consolidará.

Lo cierto es una vez resulte ganador, el senador Kerry deberá presentar, ya no sólo a los demócratas sino a todos los estadounidenses, una agenda presidencial que resulte atractiva sobre los temas que más les interesan e influyen a la hora de votar, como son la política fiscal y el recorte de impuestos, salud pública y seguridad social y, ahora, luego de los atentados del 11 de septiembre del 2001, la seguridad interna.

La suerte está echada en el partido demócrata. Ya veremos cómo saldrá parado el contendiente de George W. Bush.

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