El Convite Banilejo del domingo

El Convite Banilejo del domingo

El próximo domingo 29, la filial de la Alianza Banileja en la capital celebrará la séptima versión del Convite Banilejo, que desde el 2003 se viene celebrando anualmente en el parque Mirador Sur.

Allí concurren miles de banilejos y sus amistades para compartir por algunas horas momentos de añoranzas, reencuentros filiales y de amistades, en fin, darle el sentido a lo que Eugenio María de Hostos admiró de los banilejos de que eran una gran familia.

El reencuentro de tantos banilejos, en particular los que residen fuera de su lar nativo, permite, a todos los que hemos emigrado del Valle de Peravia, departir en un ambiente festivo y de camaradería tantos recuerdos desde que éramos niños y asistíamos a las escuelas públicas, acreditadas por la excelencia de tantos buenos profesores que forjaron en nosotros un sentido de la solidaridad, del trabajo y servía de refuerzo a las enseñanzas que recibíamos de nuestros padres en los hogares.

Los banilejos, en ese ambiente tan singular, volvemos a recordar y degustar sus dulces y alimentos típicos, las improvisadas décimas de los chuineros, escuchar con deleite a la excelente Banda Municipal de Música a la que el Ayuntamiento de Baní preserva con calidad como banda de pueblo, las cuales, en su mayoría, son cosa del pasado.

Una singular atracción del convite es disfrutar de las arepitas de maíz procesadas artesanalmente o burenes, que envueltas en hojas de plátano constituyen, junto con el dulce de leche, los alimentos más demandados por un enjambre de banilejos que hacen contagiar a sus amistades, arrastradas por aquellos, para disfrutar del alegre ambiente y de alimentos de nuestros antepasados.

Como siempre, el reencuentro anual, ya tiene demanda internacional y son muchos los banilejos de la diáspora, especialmente los que residen  en Providence, Lawrence, New York y Orlando, en Estados Unidos, que combinan su peregrinación tradicional a su patria chica con las festividades de Nuestra Señora de Regla, que fueron el pasado sábado, para también disfrutar del convite. Este es un compromiso anual e internacional por tantos amigos y familiares que hacen un alto en sus obligaciones en los lugares donde residen. Esos banilejos de la diáspora acuden como un mandato genético a revivir lo que fueron los años juveniles, y adultos, emigraron en busca de mejores horizontes.

Ya con este convite se revela la necesidad de que más banilejos amantes del servicio y de la participación comunitaria se integren voluntariamente para colaborar y organizar los próximos convites. Es que por la edad de los organizadores hay ya algunos que desearían un relevo para descansar de las jornadas agotadoras que representa preparar anualmente un evento, que por su calidad e importancia, ha sido clonado en Boston y con éxito ya han celebrado dos. Por su importancia debe ser preservado como un patrimonio de Baní que anualmente atrae a tantos banilejos.

Cuando se celebró el primer convite fue con el objetivo de ayudar a la renovación de la iglesia parroquial de Baní instalándoles sus vitrales, que luego el gobierno la convirtió en una hermosa catedral. Logrado ese objetivo en el 2003 se convirtió en una tradición comunitaria de difícil desaparición.

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