El corazón del ñame

El corazón del ñame

En Santo Domingo se oye decir con frecuencia: “el corazón del ñame solamente lo conoce el cuchillo”. La mayor parte de las cosas las conocemos “por fuera”; el interior de ellas suele ser un arcano absoluto. No pasa una semana sin que tengamos noticias de conductas inexplicables. Un atleta, consagrado y exitoso, mata a su novia a puñaladas; un padre joven asesina a su esposa y a dos hijos pequeños; un estudiante de bachillerato ahorca a su madre. Ha causado estupor en el mundo que un sujeto, aparentemente sano, dispare contra estudiantes que no conoce con un fusil AK47. Su único propósito era hacer daño a gentes que “no le habían hecho nada”.

Los periodistas piden explicaciones a psicólogos y a especialistas en criminología. ¿Son enfermos mentales? ¿Han perdido las nociones del bien y del mal, preguntan algunos religiosos? En las llamadas “crónicas rojas”, donde aparecen reseñas de los crímenes más truculentos, se usa a menudo la expresión: “crimen pasional”. Bajo este rótulo se inscriben asesinatos perpetrados por maridos que descubren que sus esposas eran infieles. Adulterios, humillaciones en público, cobros compulsivos, pueden producir reacciones violentas. Bajo la ira los hombres pierden el control de sus actos. Últimamente se han publicado montones de casos de mujeres asesinadas por esposos o concubinarios.

Las matanzas realizadas por bandas de narcotraficantes, en México, han roto todos los “récords” de violencia. Han irrumpido en funerales y matado familiares y amigos presentes en el sepelio; celebraciones de cumpleaños terminan con docenas de muertos. En estos casos no puede hablarse de pasión; pues todo es calculado por “intereses de grupo”. Nos estamos acostumbrando a contemplar las más variadas formas del crimen. Crimen por paga, crimen pasional, crimen político, crimen colectivo.

Ahora, al conocer la muerte de Robin Williams, aparentemente un suicidio, viene a cuento la expresión: “el corazón del ñame solamente lo conoce el cuchillo”. ¿Cuál es la causa de que tantas estrellas del cine consuman drogas? El éxito y la riqueza no las libra de la depresión, de la ansiedad. Cometer suicidio es otra forma de crimen: crimen contra si mismo. San Agustín hablaba de bienes del cuerpo y bienes del alma. Los antropólogos conocen poco el interior del alma.

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