El Corona Virus: Realidades y Perspectivas

El Corona Virus: Realidades y Perspectivas

Tirso Mejía-Ricart

Ante la presencia activa en el país de la pandemia del virus Covid-19 es necesario que todos sigamos el protocolo y otras indicaciones de las autoridades sanitarias de la nación, aunque nada impide que hagamos algunas consideraciones al respecto.

Todo parece indicar que el virus de que se trata no es peor que el dengue y otros similares que atacan a la población humana estacionalmente, que son endémicas en el país, excepto que pueden ser mortales en una alta proporción (20%) a los mayores de 60 años y que tienen afecciones preexistentes, como son hipertensión, diabetes, afecciones cardio-vasculares, pulmonares, renales, etc.

Creo que además de las medidas para evitar la expansión desmesurada de la pandemia sobre todo para evitar un pico que amenaza con hacer colapsar el sistema sanitario del país, porque nada podrá evitar que esa plaga azote a gran parte de la población dominicana.

Hay que tener en cuenta que en 1918, cuando la pandemia de influenza mató a más de 30 millones de personas, apenas circulaban unos cuantos barcos y ahora transitan miles de aviones y mucho más barcos, de manera que casi es una utopía esperar que esto dure aquí dos o tres semanas.

De todas maneras, mientras esperamos lo mejor debemos prepararnos para lo peor, que es la prolongación de esta crisis sanitaria que amenaza severamente a los mayores de 60 años y a los infelices desempleados y minusválidos.
Para los adultos mayores debe decretarse el retiro de sus centros de trabajo en las oficinas públicas y privadas, manteniéndoles su remuneración y los que lo necesiten, recluirlos en los hoteles del estado o de turismo hasta que pase la pandemia, sea por cambio de estación, o por vacunas o por una medicación que sea efectiva.

Para los pobres desempleados hay que proveerles no solo comidas y medicamentos, sino darles vales para que puedan comprar en su comunidad lo indispensable para sus familias.

Cuando todo vaya regresando a la normalidad aunque me temo que esto será para largo, hay que organizar a la población para que se proteja, al mismo tiempo que prepararse para regresar poco a poco a sus actividades regulares.
Es decir, hay que ser optimistas, pero al mismo tiempo preocuparse para enfrentar durante un trecho largo el lastre de esta pandemia, aprovecharnos de los efectos relativamente bajos en la población joven y protegida y preservar la vida de los ancianos, del personal de salud y los que nada tienen para protegerse con sus familias.

A ese respecto quiero recordar que aquí hay hospitales con una pirámide invertida en su personal básico de salud, que en lugar de tener 3 enfermeras por cada médico, hay 3 médicos por cada enfermera, que son las que atienden más de cerca a los enfermos.Hay que equiparlas y protegerlas porque son verdaderas heroínas en situaciones como éstas.

Parte de la normalización debe ser activar los preparativos para la jornada electoral del 17 de mayo que elegirá al Presidente y los legisladores que gobernaran del período 2020-2024 a partir del 16 de agosto próximo, que tendrá mayor sensibilidad para no parar hospitales por años enteros haciendo caso omiso de las necesidades de salud del pueblo dominicano…

Publicaciones Relacionadas

Más leídas