El corset (corsé en español) siempre ha sido considerado una prenda sexy, por su forma, su estilo, incluso sus colores, nunca ha dejado de ser una prenda llamativa y sensual. Y hace unos años evolucionó para convertirse en una pieza que está entre lo casual y lo elegante.
Este año esta controversial prenda de vestir volvió a ser tendencia y la favorita de famosas que están promoviendo el cuerpo de reloj de arena.

Y es que formar la cintura se ha convertido en el truco mejor guardado de las celebridades para tener una cintura de 60 centímetros. Kim Kardashian y sus hermanas, Kourtney y Khloé, y hasta Lindsay Lohan son algunas de las famosas que han usado el método del corsé para destacar (o exagerar) su diminuta cintura.

El regreso a la moda. Este año la diseñadora de corsés Maya Hansen, que viste a Lady Gaga, regresó a la pasarela con una colección de su prenda fetiche.

Para esta colección, con “un toque más lencero” que las anteriores, aprovechó su etapa de maternidad como fuente de inspiración, relató la diseñadora que se refiere a sí misma como “diseñadora corsetier” y desde entonces mujeres famosas y anónimas están volviendo a usar el corsé como prenda reductora.

Cintura de avispa a golpe de corsés. A pesar de los argumentos desfavorables de los profesionales de la salud, el “waist training” (entrenamiento de la cintura) es muy popular. Cada año más mujeres quieren un corsé, porque tal parece que la cintura de avispa sigue siendo un fetiche y no pasará de moda.

Entre las más legendarias cinturas de avispa están Marilyn Monroe, Sofía Loren y la “Doña” María Félix, quien encabeza la lista de divas latinas que jamás engrosaron del talle. Hoy en día entre las divas modernas que presumen cintura de “corsé” esta la famosa Dita Von Teese.

En la salud. Los médicos advierten que el corsé inmoviliza e induce una deformidad ósea, que provoca hernias o dolores agudos en la espalda. Pero no se olvida que por muchos siglos, el “corset modelador” fue recetado como método para adelgazar la figura.

Sin embargo diseñadores como Maya Hansen lo defienden y aseguran que el corsé estiliza la figura sin los riesgos de una cirugía. Estiman que con persistencia puede reducirse la cintura hasta un dos por ciento cada semana. Se llega al extremo de reducir ¡en un setenta y cinco por ciento! la cintura original, después de 6 meses de uso diario.

Hay modistos que recomiendan el uso del corsé durante todo el día y descanso sólo por la noche. El corsé es considerado en diversas prácticas sexuales como por su aspecto erótico, por ello es parte clave de la moda lencera de todos los tiempos.

Nueva tendencia en Hollywood; el “waist training” (entrenamiento de la cintura)

Los corsés han existido durante siglos, y hoy en día se están convirtiendo en una tendencia cada vez más popular, ya que las mujeres están recurriendo a ellos para ayudar a recuperar sus figuras pre-bebé mediante el ya popularmente método conocido como “waist training”, que consiste en el uso durante algunas semanas de un corsé post-parto. El propósito de los llamados “waist trainers”, “waist cinchers” o corsés post-parto es prestar apoyo adicional a los músculos abdominales que han sido debilitados y separados durante el embarazo. Famosos como Jessica Alba han afirmado que hacer el “waist training” le ha ayudado a recuperar su figura después del parto. Y no es sólo Jessica Alba. También se ha visto a otras grandes celebridades de Hollywood como Kim y Kourtney Kardashian, Snooki y Jwoww Farley usar esta prenda tras dar a luz a sus hijos. Incluso han hecho de los corsés parte de su estilismo habitual.

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Algo de historia

La palabra corset proviene del antiguo francés “cors” que era un diminutivo de cuerpo. Los orígenes del corsé se pierden en la antigüedad. Las mujeres de civilizaciones antiguas tales como Creta, Grecia, Roma, Egipto, Siria, usaban una especie de corsé para levantar el busto, afinar la cintura o en ocasiones también para practicar ciertos deportes que requerían trajes de soporte o constrictores. Pero no fue sino hacia los siglos XVI y XVII que el uso del corsés se difundió como una prenda usada por todas las mujeres, independientemente de su posición social.