BRASILIA, Brasil. El costo de construir el estadio de la Copa del Mundo en Brasilia se ha triplicado a casi 900 millones de dólares en fondos públicos debido en lo fundamental a fracturación fraudulenta, afirman auditores del gobierno.
Esto convierte al estadio de fútbol en el segundo más caro del mundo, aunque la ciudad no tiene equipo profesional del deporte rey. Ahora, un análisis por parte de The Associated Press de la información en poder del principal tribunal electoral de Brasil muestra un aumento estratosférico de las contribuciones de campaña por parte de compañías que han ganado la mayoría de los contratos de proyectos de la Copa del Mundo.
El principal constructor del nuevo estadio de Brasilia aumentó sus donaciones políticas 500 veces en la elección más reciente.
Los nexos entre las empresas de construcción y los políticos se agregan a las sospechas de que los preparativos para el mayor evento mundial del fútbol están afectados por la corrupción. También plantean interrogantes sobre cómo los políticos que se benefician de la generosidad de las constructoras pueden supervisar efectivamente contratos por valor de miles de millones de dólares.
“Estas donaciones empeoran la corrupción en el país y dificultan mucho combatirla”, dijo Renato Rainha, árbitro del Tribunal de Cuentas de Brasilia, que investiga los gastos en el estadio de esa ciudad. “Estos políticos trabajan para quienes financian sus campañas”.
El estadio de Brasilia costará ahora unos 900 millones de dólares, dicen los auditores, quienes identificaron unos 275 millones en supuestos exceso de facturación, y sólo han estudiado tres cuartas partes del proyecto.
Los fiscales federales dicen que hasta el momento ninguna compañía o individuo han sido acusados de corrupción sobre obras de la Copa del Mundo. En este momento se desarrollan por lo menos tres docenas de investigaciones federales sobre los gastos del Mundial.
La financiación del estadio de Brasilia sale exclusivamente de las arcas del distrito federal, lo que significa que cada centavo es de los contribuyentes.