El costo de la Política de Leonel Fernández

El costo de la Política de Leonel Fernández

POR ARTURO MARTÍNEZ MOYA
Para nada es envidiable la lisa de ex-gobernantes que acompañan al Presidente Fernández desde el punto de vista de los costos sociales: Salinas en México, Menem en Argentina, Fujimori en Perú, Gaviria en Colombia, todos tienen en común que aplicaron y fracasaron en sus respectivos países con políticas económicas de corte neoliberales, sintetizadas como el Consenso de Washington por el economista inglés John Williamson.

El BID (1999) y el Banco Mundial (2003) refieren que el beneficio de la política de privatización y de libre mercado tan sólo fue aumentar el PIB entre 1 y 2.5 por ciento, y que los costos económicos y sociales fueron de envergaduras. En el país en 1998 y 1999 el Presidente Fernández los emuló, privatizó todo lo que encontró en sus caminos, si se le salvó el Banco de Reservas fue sólo porque se le acabó el tiempo en el poder, eso se recuerda.

 Quiso superar incluso a Pinochet en Chile (1973-1990) como el campeón aplicándo políticas neoliberales improvisadas, la fracasa capitalización de la energía eléctrica y de los ingenios azucareros con sus tierras son ejemplos contundentes. Pero hay otros costos que deben sumárseles al Leonel Fernández del período 1996-2000, me refiero al impacto negativo en la economía de la rápida apertura a los flujos financieros internacionales sin que la banca dominicana estuviera mínimamente preparada.

Como resultado aumentó el apalancamiento privado en dólares, sin control las empresas nacionales, incluyendo los bancos, líbremente se endeudaron en el exterior en un proceso de fuerte sustitución del crédito en pesos. Las estadísticas del crédito bancario en dólares con relación al total hablan con claridad del cambio de composición. En esa ocasión el Presidente Fernández ni siquiera habló de la necesidad de mejorar la regulación y supervisión bancaria, la debilidad era conocida, un secreto a voces para que ahora el Presidente Fernández venga a decir que la desconocía. Su responsabilidad como jefe de Estado era exigir la previa implementación de normas como las que existían en países con sistemas bancarios estables, estándares internacionales que eran necesarias además tomando en cuenta la experiencia vivida en México y en Argentina para quedarnos en América, en esos países el sistema bancario había tenido problemas para llamarlo de alguna manera.

En consecuencia, es altísima la cuota de responabilidad que tiene el Presidente Fernández en la pérdida del 20% del PIB en 2003 y 2004 con motivo de la quiebra de Baninter, Bancrédito y el Banco Mercantil, porque fue resultado directo de su política de apertura sin control y sin la aplicación de Basilea II en el sistema bancario. Reto a los funcionarios del área económica del gobierno- principalmente a los que sólo hablan de FMI y de crecimiento-a demostrar lo contrario, y de hacerlo con especulación como acostumbran, demostraré mi afirmación basado en pruebas científicas, en análisis econométricos. Es que el Presidente Fernández nunca ha tenido un norte claro para la economía, lo que ha hecho es inventar, ni siquiera se ruboriza cuando dice que ha sido buen alumno del FMI sin importar el costo social. Su errada política, basada en ajustes sin sentido, han provocado costos innecesarios para la sociedad que cuantifico y resumo así: a) pérdidas de más de 200 mil plazas de trabajo. Las zonas francas con más de 70 mil empleos es el ejemplo que más se cita pero es dramático lo que ocurre en las pequeñas y medianas empresas fuera de ellas; b) caída en los salarios reales de 21%; por hora y a precios de 1999, el salario real del trabajador en 2002 era de RD$25.49 reduciéndose a RD$20 en 2006. Otra manera de verlo, el salario real mensual del trabajador en 2002 era de RD$1,843.10 reduciéndose a RD$1,435.3 en 2006; c) Disminución del consumo percápita, una medida de bienestar; se redujo en 2.5 puntos porcentuales al pasar el crecimiento de 12% en 2002 a 9.5% en 2006. Lo anterior se resume en un aumento del índice de pobreza de 6.4 puntos porcentuales, en 2002 era de 29.9% y de 36.3% en 2006.

Mientras Miguel Vargas Maldonado habla de empleo y de salario real el Presidente Fernández de topes financieros y de lo que no interesa al pueblo, por eso la diferencia es clara, el primero, un gerente que sabe crear fuentes de trabajo y que paga salarios, el segundo un destructor de fuentes de ingresos de las familias al que gusta de discursos sin contenido. Será contundente el rechazo a la reelección presidencial el próximo 16 de mayo, proporcional a la magnitud de los costos sociales que Leonel Fernández le ha ocasionado y sigue ocasionando a este pueblo. Los trabajadores y las amas de casa lo repiten, el Presidente Fernández es el único responsable de los impuestos, del desempleo, de la caída del salario real, del aumento del número de pobres en todo el país, por eso su castigo electoral no se lo despinta nadie.

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