Puedo utilizar un martillo para construir cosas o para hacer daño.  Es el usuario el que decide el cómo y para qué utiliza la herramienta.  Igual sucede con el crédito plástico.

Usándolo solo como medio de pago, el crédito plástico puede ser una fuente de ventajas, pero si lo usamos como una fuente de financiamiento puede convertirse, en cambio, en un verdadero lastre para nuestro ingreso activo.

La comprensión de que el repago de cualquier financiamiento que obtengamos se hará a partir del excedente entre nuestro ingreso activo y nuestro costo básico es clave para no caer en un mal uso del crédito plástico.  La verdad monda y lironda es que ese excedente es limitado y es, muy probablemente, la única disponibilidad que tenemos para la creación de riqueza.

Si no perdemos de vista esta realidad, probablemente seremos más cuidadosos al comprometer este excedente en financiamientos, especialmente si son para repagar decisiones de consumo.

Hay que admitir, sin embargo, que no siempre es esta una cuestión fácil.  La nuestra es la primera generación dominicana que tiene acceso generalizado al crédito plástico.  Sin embargo, nadie nos ha enseñado cómo se usa este crédito sin que se revierta en nuestra contra.

Peor aún.  La industria financiera ha contribuido a la masificación del crédito plástico sin tomar necesariamente en cuenta la capacidad del cliente para hacer frente a compromisos financieros partiendo de sus excedentes.  Mayor razón aún para ser cuidadosos en su uso.

ZOOM

¿Demasiado crédito?
¿Cómo saber si tienes demasiado crédito plástico?  Para usarlo solo como medio de pago, compara cuánto crédito tienes en tu bolsillo con tu costo básico mensual.  Si el crédito es mayor al costo mensual, deberás tener disciplina para controlar el impulso de ocupar este “espacio de crédito” en consumos adicionales que pueden convertirse en una carga financiera ante cualquier fluctuación del flujo de caja.