El secretario general de la Organización de Estados Americanos (OEA) llamó ayer la atención sobre la delincuencia y  la  violencia que se derivan del crimen organizado financiado por el narcotráfico. El doctor José Miguel Insulza  señaló que este fenómeno debe ser enfrentado de manera conjunta por  los países del hemisferio como uno de los principales temas de la agenda común.

El secretario general de la Organización de Estados Americanos (OEA), José Miguel Insulza, advirtió ayer que la delincuencia y  la  criminalidad que se derivan del crimen organizado financiado por el narcotráfico debe ser enfrentado de manera conjunta por todos los países del hemisferio como uno de los principales temas de la agenda común.

Asimismo, alertó que como consecuencia de la crisis global en los países de América Latina y del Caribe se incrementará el número de personas que habían salido de la pobreza y  retornarán a sus mismos niveles y que esto podría provocar una explosión política y social.

Insulza planteó que es necesario que los organismos multilaterales de financiamiento, Fondo Monetario Internacional (FMI), Banco Mundial y el Banco Interamericano de Desarrollo (BID)  flexibilicen sus políticas para proveer recursos que permitan a los países enfrentar la crisis.

“Necesitamos recursos para enfrentar una crisis que no hemos creado nosotros”, dijo y agregó que los países del Caribe registraron en el 2008 una cifra récord de inversión extranjera y que las economías se encontraban en crecimiento cuando los países en desarrollo “entraron en el proceso de crisis que hoy día nos afecta a todos”.

Sostuvo que el tráfico de armas es un problema que llama a preocupación y señaló que en la actualidad el narcotráfico está mejor armado que la Policía de muchos países.

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Charla

Insulza hizo los señalamientos ayer en una charla que pronunció en el desayuno que formó parte  de los trabajos del seminario “Políticas Migratorias y Experiencias en Procesos de Regularización”, organizado por el Consejo Nacional de Migración, de la secretaria de Interior y Policía, que  se lleva a cabo en la secretaría de Relaciones Exteriores.