Ginebra, (EFE).- El crimen, la insalubridad y los desahucios vacían los campamentos de acogida que se crearon en Haití tras el terremoto de 2010 para acoger a las decenas de miles de personas que se quedaron sin casa a causa del temblor.

La Organización Internacional para la Migraciones (OIM) informó hoy en Ginebra de que el número de personas que viven en ellos se ha situado por primera vez por debajo de las 600.000 desde el devastador terremoto que sacudió el país en enero de 2010.

La estimación de este organismo de la ONU es que la población de estos recintos a finales del pasado mes de julio era de 594.800 personas, lo que representa un descenso del 6 % frente a junio. Junto al descenso de residentes se ha registrado también una disminución del número de campamentos, que actualmente son 894.

«Buena parte del descenso de la población de los campamentos de acogida se puede atribuir al deterioro de las condiciones de vida, a la inseguridad y a los desahucios forzosos», manifestó a la prensa en Ginebra la portavoz de la OIM, Jemini Pandya.

 Casi un 20 % de las 40.000 personas que abandonaron los centros de acogida desde el pasado mes de junio lo hicieron a resultas de las órdenes de desahucio dictadas por las autoridades haitianas, que quieren desmantelar paulatinamente estos campos.

El Gobierno ha aprobado un plan para el cierre de seis de los mayores campamentos, pero el problema, según la OIM, es que hasta la fecha no se están dando opciones de realojamiento digno a las personas que, por una u otra razón, optan por trasladarse.

 «Cada vez es más difícil encontrar soluciones para estos desplazados», explicó Pandya, que subrayó también que muchos de los organismos que han participado en los últimos dos años y medio en la gestión de los campamentos «se han retirado o han reducido sus servicios», lo que ha incrementado los problemas de acogida. EFE