El cristianismo futuro

El cristianismo futuro

JOSÉ LUIS ALEMÁN SJ
Esta noche celebramos social,  religiosamente o de las dos maneras  el nacimiento de Jesús para los cristianos el Cristo, el ungido por Dios.

     Si resulta difícil escribir de economía, confieso que lo es también tratar el tema religioso porque éste se puede estudiar o por  las ideas de Dios y de la Religión  o por modalidades de experiencia religiosa. Sin esa experiencia religiosa las ideas sobre ella corren peligro de convertirse en una ética social como Kant fundamentó y expuso Weber.

1.   El misterio tremendo o la experiencia religiosa

La experiencia religiosa se vive algunas veces en la vida como vivencia del “misterio tremendo” de R. Otto: de “lo oculto y lo secreto, de lo que no es público, lo que no se concibe ni entiende aunque haga referencia a algo positivo que se experimenta sólo en sentimientos aunque podamos aclararlos por analogía y  contraposición haciéndolos resonar sinfónicamente”.

      Ese misterio tremendo es vivido con emotividad única. Se experimenta como terror que nada de lo creado, ni aun lo más amenazante y prepotente, puede inspirar,  envuelto en un poder y omnipresencia que designamos con el nombre de “majestad” absolutamente inaccesible por sí misma.

     Hay modos diversos de sentir la presencia de lo Santo: “puede penetrar con suave flujo el ánimo en la forma de sentimiento sosegado de devoción… Puede pasar como una corriente fluida que dura algún tiempo y después se ahila y tiembla y al fin se apaga y deja desembocar de nuevo el espíritu en lo profano… Estalla de súbito en el espíritu como arrobo, éxtasis… Puede hundir el alma en horrores y espantos casi brujescos… En fin puede convertirse en el suspenso y humilde temblor, en la mudez de la criatura ante… el indecible misterio que se cierne sobre las criaturas”.

    Estamos ante la profundidad irreductible de la experiencia religiosa. Su sustancia puede ser expresada en conceptos racionales de mala o peor manera pues cualquier formulación racional es absurdamente pretenciosa para quien no supo del “misterio tremendo”. Posiblemente esa fue la cruz del fracaso de San Pablo en Atenas. Al hablar del Dios desconocido refiriéndose conceptualmente a un salvador del mundo crucificado halló que sus oyentes carecían de vivencias religiosas de profundidad.

   ¿Nos quedaría entonces el único camino de expresar conceptualmente lo que es Dios, Jesús en nuestro caso? Creo que no. Arrancando del conjunto de  creencias confesadas, de ritos y de símbolos propios de una religión en un tiempo dado podremos, si aceptamos lo inevitable –el cambio del contexto, de la cultura y de las palabras aun permaneciendo intacta la sustancia- preguntarnos sobre su probable situación dentro de un  futuro a mediano plazo: 25 ó más años.

2.   Factores que inciden sobre el cristianismo del futuro

2.1  Por casi un milenio, a partir del siglo XI hasta el XX el cristianismo pendió de Europa como de su centro cultural. Nuestro cristianismo, incluyendo católicos, calvinistas y anglicanos de las dos Américas, de Australia, de África y de Asia (Filipinas, Corea del Sur, Vietnam, Líbano son países con muy fuerte presencia cristiana,  en algunas partes mayoritaria) fue en opinión de Philip Jenkins en su reciente obra The Next Christendom. The Coming of Global Christianity, Oxford, 2002, esencialmente europea.

2.2  No sabe uno que desde Constantino hasta el surgimiento del Islam el cristianismo se desarrolló especialmente en la parte oriental del Imperio Romano, particularmente en Asia. De los cuatro grandes patriarcados Roma, Alejandría, Antioquia y Jerusalén sólo Roma, primada al menos “entre iguales”, estaba en Europa; dos de ellos en Asia, uno en África.

El centro de gravedad del cristianismo alrededor del 500 radicaba  en Siria y África septentrional (Egipto y lo que hoy es Túnez) no en Italia. Los  líderes teológicos fueron orientales o africanos (Orígenes y San Agustín). En el siglo IV Armenia y Etiopía eran oficialmente cristianos (monofisitas).  Los nestorianos misionaron en el siglo VII China. Ya en el siglo I pudieron misioneros sirios fundar comunidades cristianas en el Sur de la India. Hasta en Rusia los campesinos pobres se llamaron “crestianin” aun después de las invasiones tártaras e islámicas.

2.3  Un error común de nuestra interpretación histórica del avance del Islamismo como religión, contra distinto del islamismo de Estado, es suponerlo como misionero de países ocupados. Las persecuciones de cristianos afectaban a monjes y clérigos más que a fieles cristianos obligados a pagar impuestos por serlo.  “Sólo bien entrada la Edad Media comenzaron sectas del Sufismo místico la evangelización popular a favor del Islam y lo hicieron ofreciendo a los cristianos viejos su paquete de costumbres habituales que incluía santos, santuarios, reliquias, peregrinaciones y veneración por el ascético profeta Jesús. La genialidad sufita fue presentar la fe musulmana en formas católicas” (Jenkin, o.c., p. 20).

2.4  La durabilidad del cristianismo oriental se puede documentar fácilmente recordando que hacia el 1900 los cristianos junto con los judíos llegaban al 30% de la población del Imperio Turco y que los mahometanos no eran clara mayoría en la misma Constantinopla.

 La ruina del cristianismo oficial comienza con las Cruzadas y las      alianzas en contra de las invasiones musulmanas del siglo XIII.

2.5  Se trataba de un cristianismo cultural y socialmente distinto: de pasar de ser la religión oficial protegida y fomentada por gobiernos, empresarios y mecenas a una religión de pobres, perseguidos, despreciados y étnicamente distintos ya que la lengua litúrgica y muchas veces de predicación no era árabe. El estilo de vida religioso sufrió apreciables variaciones; culturalmente cambió.

2.6  El cristianismo europeo dominante durante el segundo milenio de nuestra era ha experimentado cambios tan drásticos que tenemos que hablar de un culturalmente nuevo cristianismo. El desigual crecimiento demográfico invierte la distribución de los cristianos dando a América Latina, África y el extremo sureste de Asia el primado numérico sobre Europa. Muchas de las comunidades indígenas o mestizas no han sido iluminadas por el racionalismo moderno y menos aún asimiladas a su cultura.

 Europa y las antiguas colonias inglesas dominan el desarrollo tecnológico, económico, militar y político. En ella con  la notable excepción de los Estados Unidos disminuyen los cristianos practicantes. El incremento de la riqueza, de la escolaridad y de la participación popular en la política unido con una tradicional pastoral obliga a llamar tierras de misión a países antes misioneros (España, Irlanda, Francia, Alemania y hasta Italia…).

El cristianismo florece sin embargo en África y América Latina El cristianismo no sólo no ha desaparecido a nivel mundial sino que, como decía el Cid, los muertos que vos matais gozan de buena salud. Incluso el influjo de la espiritualidad del mundo dominado sobre “Europa” es palpable en muchos movimientos religiosos pujantes: Comunión y Liberación, Neo-catecúmenos, Carismáticos, Pentecostales…

2.7  Pero me parece innegable que el cristianismo vuelve a ser  religión de pobres y si se quiere ser sincero hasta de perseguidos por otras religiones ( fundamentalismos islámico e hinduista alimentado por la conversión  masiva de “dalits”o parias) que a su vez  fueron víctimas del cristianismo. No sería sincero si no mencionase formas sutiles pero muy duras de persecución, intolerancia o discriminación en la República Popular China, Corea del Norte…

3.   Características religiosas de un probable  Cristianismo futuro

Comienzo este apartado confesando abiertamente que muchas de ellas no son de mi agrado aunque son compatibles con el cristianismo de siempre. Más aún creo que la peculiaridad de la vida religiosa más propia mía es quien necesita tolerancia. Otras formas actuales de cristianismo tienen a su favor la aprobación de los pobres.

      Mi manera personal de concebir la religión arranca de experiencias, nada raro en quienes dedicamos nuestra vida a instituciones “asesinas” por aquello de que sin ellas no nos parece que podamos vivir, y, aquí está la diferencia, de largos estudios teológicos y filosóficos que rechazan íntima e intelectualmente manifestaciones emotivas, tradicionales o espontáneas, de devociones, prácticas y normas religiosas. Creo que no sólo las tolero, no tendría más remedio que hacerlo, sino que las respeto como accidentes desagradables de una vida falta de espíritu racional  crítico pero, honradamente hablando, se me hacen tan infumables como cualquier puro torcido por manos inexpertas aunque deseosas de hacerlo bien. No las quisiera para mí aunque me parezcan bien visibles en la religiosidad popular y aunque sean deseadas por la mayoría de los fieles.. Paso a exponerlas sucintamente. 

1. Aceptación sin cuestionar de un Dios que actuaría continuamente en el desarrollo de una naturaleza hecha por El en desmedro de las causas segundas. En otras palabras el mundo es mágico sometido a la incesante acción de un Dios que decide la salud y la muerte, el triunfo o la derrota política, el éxito de cualquier jugada de cualquier deporte, la victoria de la Patria contra quienes otra tienen… En lugar de considerar portentosa  la acción de Dios en la historia  como en el  Éxodo del pueblo judío se la considera corriente  no sólo en la peculiar arena del espíritu sino del cosmos.

2. De ahí la lectura fundamentalista, al “pie de la letra” de la Escritura como si la palabra se entendiese por sí misma sin analizar a quienes son sus destinatarios y viven en un escenario cultural que hay que esforzarse por comprender.

3.    Consecuentemente se da espacio amplio a sanaciones de enfermedades y

 Espíritus quizás sin calar suficientemente, se trata de una hipótesis rebatible, lo  que  en ese género literario se desea exponer: más el poder radical de Jesús  y su compasión y solidaridad con esta disminuida humanidad como invitación a la fe en El que  portentos pasmosos.

4.    Frente a una interpretación histórico-existencial de la persona y de la historia domina una “escatológica” –presagio del triunfo final de los pobres y perseguidos cuando Jesús en su segunda venida recree esta tierra y esta humanidad sufrida que ya no llorará más ni será abusada por los poderes estatales. De ahí que el Apocalipsis sea el libro preferido de la gente pobre de países pobres.

5.    La lectura de los Evangelios y en general de los libros sagrados del cristianismo con su abierta preferencia por los pobres y sencillos no sufre la violencia de quienes nos negamos a aceptarla y nos empeñamos en defender lo que desearíamos: una pobreza de espíritu coexistente con abundancia de bienes y poderes. Tal vez seamos literalmente pobres de espíritu.

6.    En varios temas de actitudes religiosas morales el cristianismo futuro da manifiestas señales de conservadurismo: rechazo a la homosexualidad, al sacerdocio de la mujer (pero apoyo decisivo a su papel como promotora y catequista y animadora de la comunidad), sumisión a la jerarquía, rechazo a todo tipo de aborto, imposición legal coactiva contra la aceptación del divorcio, aborto, algunos tipos de investigación genética, eutanasia, rechazo a la globalización, xenofobia…

     Este corto menú de platos fuertes del probable cristianismo futuro no tiene potencial para saciar el apetetito religioso  de todos pero no creo que nadie osaría afirmar que es incompatible con el cristianismo de la primera iglesia tal como aparece en el Nuevo Testamento.  La sustancia dogmática del cristianismo queda intacta.

Conclusión

Termino con una anécdota relatada por un teólogo africano de nombre Bediako que resume el dilema del cristianismo europeo y del probable cristianismo futuro. Vuelve de Europa un seminarista católico después de aprender en años de súper rigurosos estudios de alemán, francés, hebreo, griego, latín, exégesis, filosofía y teología. En su casa se encuentra con una hermana peligrosamente enferma. Con su entrenamiento europeo está seguro de que necesita medicina científica pero todos los presentes, cristianos también, saben con igual certeza que la muchacha está siendo torturada por el espíritu de su difunto abuelo. Todos opinan igualmente que es a él a quien corresponde curarla: “ayúdale que tu hermana esta poseída”. El responde que Bultmann, el inigualado exegeta alemán, ha desmitologizado la posesión diabólica. No impresiona a la familia lo más mínimo. ¿Exorcismo o tecnología médica? Por ahí va la cosa. Sólo que “Europa” (en ella figuran también los Estados Unidos y Australia) cuenta con unos 367 de los 1056 millones de católicos estimados por la World Christian Enciclopedia, Oford, 2001, p. 12.

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