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NUEVA YORK (EFE).- El precio del crudo de Texas, el de referencia en EEUU, se inclinaba hoy a la baja en el mercado de Nueva York por tomas de beneficios después de la fuerte escalada alcista que lo empujó hasta un nivel de 55 dólares el barril.
La preocupación sobre las escasas reservas de gasóleo de calefacción almacenadas en Estados Unidos, a punto de comenzar ya la época invernal, no ha desaparecido aún y es uno de los factores que puede continuar presionando al alza los precios, según los expertos.
El valor del Petróleo Intermedio de Texas para entrega en noviembre volvió a repuntar hoy con fuerza y tocó un máximo de 55,33 dólares durante las operaciones electrónicas previas al comienzo de la actividad en el parqué neoyorquino.
Sin embargo, después de las primeras horas de contrataciones se aceleró la venta de contratos y hacia la media sesión ese tipo de crudo se situaba en 53,50 dólares, después de un retroceso de 1,43 dólares respecto del viernes.
El precio del crudo se encareció más de un 4 por ciento en tan sólo las tres últimas sesiones de la pasada semana.
El bajo volumen de reservas de crudo y de productos destilados coincide con estimaciones generalizados de un fuerte crecimiento de la demanda en este año, aunque se prevé que disminuirá en el próximo.
El último informe mensual de la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP), difundido hoy, coincidió en esas previsiones con la Agencia Internacional de la Energía (AIE).
Ambas entidades estiman que el elevado nivel de precios llevará a un recorte de la demanda en 2005 y a un crecimiento económico más lento.
La OPEP prevé que la demanda mundial de crudo en este año será un 3,3 por ciento superior a la del anterior y alcanzará un total de 81,79 millones de barriles diarios.
Sin embargo, revisó a la baja sus estimaciones sobre el crecimiento del consumo energético para 2005 y espera que aumente la demanda petrolífera en un 2 por ciento en ese periodo.
Con este panorama y los persistentes problemas en la producción petrolera en el Golfo de México, se prevé que los consumidores en EEUU pagarán elevados precios en los próximos meses por caldear sus hogares.
