El cuasi-fiscal

El cuasi-fiscal

Señor director:

Existe un consenso general, que una de las herramientas que tienen las autoridades monetarias para aliviar un poco el déficit cuasi-fiscal del Banco Central de la República Dominicana es la liquidación de los activos de los bancos fallidos.

Hasta este momento, el sistema, la forma y los procesos empleados por las autoridades, desde las primeras crisis de los bancos en los años 1980, no han tenido el efecto que se esperaba, pues todavía existen activos en custodia de la Superintendencia de Bancos, del Banco Central, de las comisiones y organismos creados para liquidar estos activos.

La creación de comisiones, departamentos y organismos para la liquidación de estos activos y darles cartera de préstamos en administración a instituciones bancarias, lo que origina es un incremento de gastos y erogaciones por concepto de comisiones exageradas, que al final diluyen en forma sorprendente el valor de los activos.

Esta forma tradicional de liquidación de activos en países como Uruguay, ubica la recuperación de los activos entre un 15% y un 20% con costos de administración y de gestión, que a veces insume hasta un 60% de lo que se recupera.

Sería interesante que se publicara los ingresos que el Estado Dominicano ha recibido por concepción de liquidación de activos de los bancos quebrados, para compararlos con los costos de administración y gestión incurridos, y notaremos la extraordinaria suma envuelta en los mencionados costos.

Esta liquidación dilatada y de corte tradicional, lo que plantea son interrogantes suspicaces y la interpretación de que exista algún interés espurio.

La última Resolución de la Junta Monetaria, adoptada en fecha 1 de Junio del año en curso y fechada el 9 de Junio, donde se decide aceptar los Certificados de Inversiones Especiales del Banco Central como instrumento de pago de las deudas que sus tenedores tengan, con Baninter, Bancrédito y Banco Mercantil; y además aceptar los mismos Certificados para el pago por compras directas o indirectas de activos de las entidades mencionadas y por otra parte, autorizan la intervención anticipada cuando dichos certificados no hayan vencido, acelerando sus vencimientos sin aparente penalidad o descuento.

Esta resolución deja pensar, que existen objetivos reñidos con la transparencia y seriedad con que se deben llevar a cabo estos procesos y que estas acciones terminen dificultando la efectiva tarea de resolución de los activos.

Las autoridades monetarias deben de entender, que la venta de activos, es un trabajo muy especializado, pues el mercadeo del portafolio es un aspecto clave de transacción, porque hay que desarrollar una adecuada campaña de publicidad, incluyendo anuncio de la venta, ofertas por correo postal y electrónico, una página web y el establecimiento de un centro de telemarketing para recepción de llamadas. Es un trabajo de mercadeo, arduo y profesional, cuyo objetivo es lograr en una sola convocatoria de subasta, vender todo el portafolio de activos; para alcanzar esto es necesario que ese trabajo lo realice una empresa especializada en ventas de activos de bancos fallidos, que sea capaz de convocar a un sinnúmero de inversionistas del mercado secundario.

Las ventas de activos, no resolverán el enorme déficit cuasi-fiscal del Banco Central, pero lo aliviará en la medida que se acelere la conversión de estos en liquidez.

Por lo antes expuesto, le sugerimos a las autoridades entrantes, que inviten a empresas internacionales expertas en el tema, a que presenten propuestas técnicas y económicas; estas empresas son las únicas capaces de llevar a cabo la disposición de estos activos en una forma transparente y documentada sin que el proceso genere interrogantes suspicaces. Acelerar la liquidación de estos activos y su conversión en liquidez, contribuirá a limitar un mayor deterioro en el valor de los mismos, a reducir las pérdidas globales y a resolver en parte el déficit cuasi-fiscal del Banco Central.

Agradeciéndole la atención al presente, se despide de usted con sentimiento de admiración y estima.

 

Atentamente,

 

Carlos R. Montás

 

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Donald aclara

 

Señor director:

 

Uno de los duendecillos que van a los periódicos sólo a hacer travesuras, acaba de hacer una en mi artículo «El solitario senador Tonty Rutinel, publicado en la edición de «HOY» del 08 de este mes.

En el último párrafo, línea sexta de la publicación, el duendecillo hizo colocar la palabra «vendedor», que es alguien que vende algo, en vez de la correcta «vencedor», aplicable al que gana, triunfa, vence.

Gracias por la publicación de esta nota aclaratoria.

Le saluda atentamente,

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