POR ROSARIO TIFA
Resultaría extraño que un concurso se realizara sin inconvenientes que pusieran en entredicho algunos aspectos de su organización o sobre la escogencia de la candidata que cargará con el título principal. En casi todos ha hecho acto de presencia  este mal. Con Miss Turismo 2007, a pesar de la excelente organización y dirección, hubo sus divergencias entre algunos miembros del jurado.

Unos se inclinaban por Aimeé Melo, otros por  Roangel Solís, quien finalmente quedó Primera Finalista. Me informaron que el impasse venía desde la preselección. Se dijo que hubo aparente abultamiento de cifras de ambos lados, cambio de una candidata por otra porque adeudaba un dinero. ¿Hasta cuándo seguirán sucediendo estas cosas…?.