El cuerpo del Papa en capilla ardiente

El cuerpo del Papa en capilla ardiente

CIUDAD DEL VATICANO (AP).- En descanso eterno después de años de enfermedades debilitantes, el cuerpo del papa Juan Pablo II yacía el domingo en la capilla ardiente del Palacio Apostólico, mientras el mundo le tributaba un emotivo adiós y el Vaticano se preparaba para escoger a su sucesor.

Unas 100.000 personas se congregaron para asistir a una misa matutina y otros miles, entre feligreses, turistas y curiosos, siguieron llegando durante el día, en una oleada humana que colmó la amplia avenida que conduce a la Basílica de San Pedro.

Los fieles sostenían rosarios y fotos del pontífice en la plaza colmada mientras oraban por el alma de «nuestro amado Juan Pablo»»»».

«Hoy, mientras lloramos por la partida del Papa que nos dejó, abrimos nuestros corazones a la visión de nuestro destino eterno»»»», dijo en su homilía el cardenal Angelo Sodano, segundo en jerarquía en el Vaticano.

«Durante un cuarto de siglo, trajo el Evangelio de la esperanza cristiana a todas las plazas del mundo, para enseñarnos que nuestra muerte no es sino la transición hacia la patria en el cielo»»»», dijo.

El Vaticano dijo que el pontífice de 84 años murió a las 9.37 pm del sábado.

El duelo se inició con una vigilia nocturna en la Plaza de San Pedro después que se difundió la noticia de la muerte.

El domingo temprano el cardenal Camillo Ruini, el vicario del Papa para Roma, pronunció un anuncio formal sobre el fallecimiento de Juan Pablo al pueblo de Roma, tal como lo establece la tradición.

«Juan Pablo nos tendió la mano a los jóvenes»», dijo Alessio Bussolotti, de 21 años, que vino a Roma el domingo por la mañana con sus compañeros, los niños exploradores, desde la ciudad de Ancona. «Ahora tenemos que tendérsela nosotros»».

El texto escrito de la homilía de Sodano calificó al Papa como «Juan Pablo el Grande»»»», un título generalmente reservado a los pontífices dignos de la santidad. Sodano no usó el título cuando pronunció la homilía, y no hubo explicación por esa omisión. Pero los textos del Vaticano son considerados oficiales aunque no se lean en voz alta.

Hubo aplausos cuando Sodano oró por el alma del Papa.

«Encomendamos con confianza al Cristo resucitado, Señor de la vida y de la historia, a nuestro amado Juan Pablo II que durante 27 años guió a la Iglesia universal como sucesor de Pedro»», dijo.

Al término de la misa, el arzobispo argentino Leonardo Sandri, que se convirtió en la voz pública del Papa en las últimas semanas de su vida, leyó la tradicional plegaria dominical del mediodía, que Juan Pablo pronunció durante todo su pontificado.

La multitud aplaudió cuando Sandri anunció que el mismo Juan Pablo había preparado la plegaria poco antes de morir _quizás uno de sus últimos documentos escritos_ y dijo que la leía con «gran honor, pero también con nostalgia»»»».

«Es un acontecimiento histórico»»»», dijo Ercole Ferri, un romano que mostraba orgullosamente la lista de los seis papas que han abarcado su larga vida. «No es algo triste para mí. Pienso en todo lo que él ha hecho. Pienso en lo difícil que será para un sucesor seguir sus pasos»».

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