El Curso, obra gigantesca

El Curso, obra gigantesca

Los que en la década del 70 estudiamos en el Centro Universitario Regional del Suroeste (CURSO), de Barahona, podemos dar fiel testimonio de las precarias condiciones de esas instalaciones, ubicadas en el antiguo casino sirio – libanés, un otrora centro de recreación donde el tirano Rafael Leónidas Trujillo Molina participaba en pomposas celebraciones.

El Curso, desde sus inicios, fue un faro de luz para toda la región del Suroeste y una magnífica tribuna de todas las expresiones de la cultura, además, un foro de resistencia política contra el Gobierno balaguerista de los 12 años y un espacio para la difusión de las corrientes más avanzadas del pensamiento.

Imbuidos  por el sacrosanto apostolado de la enseñanza y el servicio a la Patria un grupo de reconocidos académicos, encabezados por el Lic. Jesús de la Rosa, plantó la primera gran semilla de la docencia universitaria, acto que constituyó un verdadero acontecimiento que llenó de júbilo y esperanza a poblaciones enteras que de manera entusiasta y frenética se volcaron a las aulas a cursar carreras universitarias, muchos de los cuales son hoy excelentes profesionales.

Con la inauguración reciente por parte del Presidente Leonel Fernández de las nuevas instalaciones del Curso, la llamada Ciudad Universitaria, valorada en más de 2 mil millones de pesos, lo que fue un sueño se convierte en realidad.

Se trata de una obra gigantesca, monumental de dimensiones extraordinarias para el desarrollo y la educación superior de toda la región, y hacemos nuestras las emotivas palabras de agradecimiento de la Dra. Flavia García Terrero al Dr. Femández Reyna por privilegiar a Barahona con una edificación de esa magnitud y por sus sinceros sentimientos de afecto y solidaridad con nuestro querido pueblo.

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