TAIPEI. AFP. El Dalai Lama llegó ayer a Taiwán con el objetivo de apoyar a las víctimas del tifón Moratok, en una visita que provocó airadas reacciones en China, que advirtió sobre «consecuencias negativas» en las relaciones con la isla a la que considera una de sus provincias.
El líder espiritual tibetano en el exilio, procedente de Nueva Delhi, llegó ayer a la isla de Taiwán y se trasladó inmediatamente a las zonas más afectadas por el paso del tifón que causó 461 muertos y 192 desaparecidos a principios del mes de agosto. «Soy un monje. Me han pedido que rece por la paz», declaró ante la prensa. China había manifestado en varias ocasiones su oposición a esta visita del Dalai Lama a Taiwán.