El Darío Contreras atiende 13,000 niños
al año pero carece de equipos

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Por ALTAGRACIA ORTIZ G.
La unidad de Pediatría del hospital Darío Contreras atiende más de 13,000 niños con traumas al año, pero carece de equipos especializados, quirófanos y áreas propias de niños, sostuvo la pediatra ortopeda, Elizabeth Vidal.

Deploró que un niño que llega al hospital producto de una acción violenta tenga que ver a hombres y mujeres apuñaleado o muertos por falta de espacios debidamente delimitados.

“No podemos permitir que los niños que llegan golpeados o con otras acciones violentas lleguen al hospital y sigan observando las mismas escenas en adultos”, manifestó.

Esa es la razón por la que la pediatra solicita a las autoridades que construyan áreas especiales para niños traumatizados.

La especialista pidió a las autoridades y al Gobierno que pongan especial atención en dotar el área de equipos que puedan devolver la calidad de vida a niños que, en su mayoría, son violentados por traumas producidos por golpes, accidentes o violencia de alguno de sus padres.

Se trata de una sala dividida de acuerdo al sexo y al tipo de traumas que presenta cada niño y que tiene capacidad para 26 camas y cunas.

La Unidad de Pediatría Ortopédica del hospital Darío Contreras constituye una suma de esfuerzos y voluntades, pero los recursos no son suficientes y hace falta que se la dote de equipos o se construya un espacio que permita resguardar la privacidad de los pequeños.

Sin embargo, la doctora Vidal de Periche aboga por la construcción de un área en la que los niños puedan tener privacidad, pues en su mayoría se trata de infantes que han sido objeto de violencia, ya sea por parte de la sociedad o por parte de sus propios familiares.

La Unidad de Pediatría Ortopédica del hospital tiene nueve camas destinadas a adolescentes, pero es necesario que cuando un niño llegue a la emergencia no tenga que observar un adulto apuñalado, sostuvo la especialista.

A TOMAR EN CUENTA
Cuando los adultos se violentan, beben o se alborotan, por lo general su accionar repercute en los menores, sostiene la doctora Vidal, quien recordó que cuando se restringieron las horas para la venta de bebidas alcohólicas, hubo también una baja en el número de niños traumatizados que llegaban al hospital.

Eso, a su juicio, es significativo, porque implica que los adultos arrastran a los niños en sus acciones.

Recordó que cuando se produjo la restricción, los niños heridos y lesionados fueron menos. A esa unidad llegan niños atropellados por vehículos de motor, bicicletas, caídas de árboles y hasta golpes que les propinan sus propios familiares.

A dicho hospital llegan fracturas de todo tipo, de los miembros inferiores, deformidades y enfermedades congénitas que afectan la salud en la parte física y emocional, sostuvo Vidal.

Las caídas de árboles, en la zona rural, y los accidentes de tránsito, constituyen los principales problemas que reciben los cuatro pediatras ortopedas de esa unidad, en el Darío Contreras.

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