El debate es la igualdad

El debate es la igualdad

Por: Erinia Peralta Rodríguez

Hace unos días fuimos testigos de un valioso y necesario ejercicio democrático que nos permitió contrastar las opiniones de quienes aspiran a la Senaduría del Distrito Nacional. En este debate, los candidatos tuvieron la oportunidad de exponer sus puntos de vista y propuestas sobre diferentes temas. Sin embargo, un tema en particular parece haber captado más atención y generado un debate posterior: la pregunta sobre la «ideología de género».

Se ha denominado erróneamente «ideología de género» a todo lo relacionado con la propuesta de que la violencia e injusticia que sufren las mujeres por el simple hecho de ser mujeres sea atendida con medidas y políticas específicas. Al enmarcar como ideología lo que es un reclamo por derechos y protección a favor de mujeres y niñas, ciertos sectores han logrado distorsionar una lucha legítima y justa. Al llamarla “ideología de género”, estos le otorgan un significado peyorativo o negativo al histórico movimiento de lucha por la igualdad entre hombres y mujeres. Esta lucha reivindicativa, unida al movimiento feminista, ha contribuido a perfeccionar la democracia.

Al colocar esta etiqueta de “ideología”, se le da una connotación que sugiere un supuesto adoctrinamiento, lo que obviamente despierta sentimientos de rechazo. Es por esto que cuando surge la discusión sobre la posibilidad de educar a niños y niñas en igualdad, y cuando se habla de educación sexual a partir de cierta edad en las escuelas, mucha gente responde con preocupación sobre el «adoctrinamiento» de sus hijos. Así, se desvirtúa por completo un reclamo justo y necesario.

¿Por qué un candidato a Senador se opondría a que promovamos la educación en términos de igualdad para nuestros niños y niñas, siendo la igualdad un valor supremo recogido en nuestra Constitución? Más aún, ¿por qué un aspirante a Senador no es capaz de mirar más allá de su opinión, formada por una etiqueta, para entender los conceptos desde una perspectiva más amplia, menos prejuiciada y más democrática?

Además, cuando se plantea un tema partiendo de una etiqueta o desde un posicionamiento político (de derecha o de izquierda, por ejemplo), ¿no estaremos perdiendo la oportunidad de discutir lo que realmente importa? Creo que se trata de igualdad y de mecanismos de protección para las mujeres que siguen sufriendo violencia, entre otros problemas, y no propiamente de «ideología de género». Por lo tanto, si usted considera que en nuestro país aún nos falta avanzar hacia una mayor igualdad entre hombres y mujeres, y para que menos mujeres mueran a manos de sus parejas, entonces enfoquémonos en esto último. No en etiquetas inventadas que solo sirven para confundir.

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