El debate sobre la posesión de armas en Estados Unidos

El debate sobre la posesión de armas en Estados Unidos

Cada vez que aparece en los Estados Unidos un enajenado mental – como fue el caso reciente de James Holmes en un teatro de Aurora, Colorado –  que usando armas de asalto de guerra la emprendió sobre una multitud inofensiva, causando poco más de una decena de muertos e hiriendo gravemente a otros, se reabre el debate sobre la posesión de armas en los Estados Unidos.

Se estima que, anualmente, mueren 30,000 personas en incidentes causados por armas de fuego, como son asesinatos, suicidios y accidentes. De acuerdo al Buró de Alcohol, Tabaco y Armas de Fuego, la agencia del gobierno federal americano que tiene a cargo controlar los armamentos en manos de civiles, más de 300 millones de armas están en manos de la población.

También se cuantificó  que cerca del 25% de los adultos poseen un arma de fuego (la gran mayoría hombres) y cerca del 50% de los hogares del país, por lo menos, tienen un arma; en otras palabras, existe una cultura de estar armado.

Por décadas, la política de tener un arma de fuego es uno de los asuntos controversiales más debatidos en la nación americana. Los argumentos en pro y contra de la tenencia de armas, se concretan en estas dos posiciones, la primera: el derecho que tiene el individuo amparado en la segunda enmienda de la Ley de Derechos, del año 1791-Bill of Rights -que indica que toda persona puede tener un arma para defenderse, y la segunda: la responsabilidad y derecho que tiene el Gobierno de prevenir el crimen, mantener el orden y proteger a todos los ciudadanos.

Recientemente, la Suprema Corte de Justicia ( 2008 ) en el caso de “El Distrito de Columbia vs Heller, 554 U.S. 570”, falló recalcando que la segunda enmienda protege el derecho de los ciudadanos a poseer un arma de fuego con el propósito de su propia defensa dentro de su hogar y más tarde, en el 2010, el más alto tribunal de la nación ratificó un fallo parecido (5-4), indicando que los Estados Federados no pueden prohibir a los ciudadanos poseer armas de fuego como garantiza la Constitución, esa decisión revocó una prohibición que por 28 años tenía la ciudad de Chicago, Illinois, de tenencia y porte de armas.

La cultura de poseer armas de fuego, nació con la nación misma; los colonizadores en su recorrido expansionista hacia el oeste se abrieron paso “a fuego limpio”, como dicen por aquí, no sólo como protección o exterminio – según como usted  quiera interpretar la historia – contra los nativos americanos, o sea, los indios, sino como un acto de supervivencia misma.

También las armas sirvieron como una forma de proveerse su propia alimentación cazando animales y protegiéndose a veces de esos mismos animales salvajes; es más, la habilidad en el manejo de un arma de fuego en el oeste y sur del país era parte de la educación de los niños y jóvenes. A veces, esa habilidad representaba la vida o la muerte.

Pero la cultura de estar armado continúa ahora en forma deportiva para cazar. Asimismo, inconscientemente en las mentes de muchos, las armas siguen vigentes, pues la industria cinematográfica y la televisión, en sus películas las mantienen como si fuese imposible vivir sin ellas.

Un actor relevante en este debate es la Asociación Nacional de Rifle (NRA, por sus siglas en inglés) con más de cuatro millones de miembros, tiene un apoyo como es lógico imaginar, a la tenencia de armas, pues respalda a la industria de armas. Los políticos, bien sean demócratas o republicanos, no les gusta enfrentar a la NRA, pues ellos son grandes donantes a las campañas políticas. Aunque existe la creencia de que la NRA prefiere a los republicanos, sus miembros están en los dos partidos. De hecho, Truman y Kennedy eran miembros de la NRA.

Para mí, las cosas están bien claras, el derecho de usar armas es un derecho constitucional, pero el derecho de estar seguro, aunque no poseas armas, es un derecho universal. Bien haríamos nosotros si un día nos hiciésemos la siguiente pregunta: ¿Pueden ambos derechos ser protegidos igualmente y además, cómo podríamos balancearlos?

Pero el que está clarito es el Presidente Obama, cuando en el pasado dijo y citó: “ Hay que tomar medidas significativas y efectivas para detener la violencia”.

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