El delicado tema del salario

El delicado tema del salario

Para llegar a una proporción de aumento salarial justa para los trabajadores y saludable para las empresas es necesario negociar en base a argumentos económicos y sociales realistas. El salario adecuado no necesariamente tiene que ser el más alto, sino el que garantice prestaciones sociales y estabilidad en el empleo.  Y aún cuando el trabajador dominicano gana menos que lo que merece por su productividad, la imposición de topes salariales podría perjudicar más que beneficiar.

El salario fue el tema central en el almuerzo de ayer del Grupo de Comunicaciones Corripio. Fue desmontado en sus componentes por los expertos Miguel Ceara Hatton, economista y consultor económico; Miguelina Veras, presidenta de Macros Consulting; Fanny Bello Dotel, directora de Análisis del Trabajo y Remuneraciones del Ministerio de Administración Pública, y Frank González, economista consultor en Políticas Salariales de ese mismo ministerio.

Uno de los principios de  apoyo para la negociación salarial debe ser el criterio de que, por sus efectos en la demanda de bienes y servicios,  el alza salarial beneficia por igual a  trabajadores y  empresas. Definitivamente, solo una negociación basada en argumentos realistas sobre la situación de los trabajadores y de las empresas permitiría arribar a un alza salarial conveniente para las partes y la economía en general.

Protestas violentas

Las protestas  de estos días, basadas en motivaciones atendibles, como los persistentes apagones o la necesidad de arrancarle a la Barrick más beneficios por nuestro oro, se descalifican ante la sociedad por el componente de violencia que incluyen, que ha dejado saldos lamentables de muertos y heridos. Un país cuya economía ha entrado en desaceleración, lo menos que necesita es perturbaciones sociales que afecten al comercio y la inversión.

  Contaminar el ambiente quemando neumáticos es la  forma más estúpida de defender la calidad de nuestro ambiente ante empresas extranjeras que aspiran a explotar nuestros minerales. La violencia es un factor en contra de la justeza que pueden tener las protestas, pues además de no solucionar ninguno de los problemas invocados para justificarlas, lo que traen es dolor e incertidumbre para la familia y para la economía del país. Que cesen ya.

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