Hoy 
El gobierno dominicano debe crear el Departamento de Análisis de las Relaciones Domínico-Haitianas adscrito a la Presidencia de la República, con la finalidad de conocer a profundidad todo lo concerniente a los intereses del Estado Dominicano con relación a su homólogo de Haití.
Deberá fungir como un organismo asesor del gobierno central en los diferentes aspectos de la vida política, social, económica, diplomática, migratoria, salud, comercio, ecológica, agropecuaria, obras públicas, cultura y tantas otras como sean necesarias. La finalidad básica de este organismo es tener un cabal conocimiento de la realidad domínico-haitiana en las áreas antes señaladas para proveer al gobierno las informaciones y orientaciones pertinentes para las tomas de decisiones que se requieran.
Disponemos de los recursos humanos calificados en cada una de las áreas mencionadas, por lo cual este aspecto está cubierto de antemano. Lo que sí sugerimos es que el Departamento de Análisis deberá tener tantas secciones como sean necesarias, a fin de cubrir aquellas problemáticas que nos permitan, como Estado, estar al tanto de todo lo que pueda afectar los intereses dominicanos en nuestras relaciones con el Estado haitiano.
La sección de migración debe analizar permanentemente, con la ayuda de los organismos oficiales correspondientes, las relaciones migratorias de ambos países. Por ejemplo, la capacidad de la República Dominicana de absorber un determinado número de inmigrantes haitianos por año. Igualmente, deberá analizar qué condiciones de inmigrantes necesitamos; cómo cuantificar la migración; cuántos migrantes temporales y permanentes; documento de identificación temporal y permanente: los procedimientos y requisitos para la nacionalización y todo lo relacionado a la misma. Y, finalmente, el estudio de la emigración dominicana hacia Haití.
Debe contar con una sección para el control y erradicación de las enfermedades infecciosas bilaterales: malaria, filariasis linfática, dengue, VIH, tuberculosis, rabia, entre otras. Cómo desarrollar la cooperación binacional en las campañas y programas de inmunización para control y erradicación de enfermedades prevenibles por vacunas tanto en humanos como en animales. Ayuda bilateral para disminuir la mortalidad materna e infantil y todo lo relacionado a la problemática de la salud.
La sección de agropecuaria deberá contemplar el control fitosanitario de enfermedades que pueden transmitirse para ambos lados de la frontera y los problemas de reforestación. Habría que mantenernos actualizados en cuanto a la variedad de productos agrícolas que se producen en Haití y en nuestro territorio y programar qué variedades y cantidades pueden ser colocadas en el mercado haitiano. Se deberá tener información actualizada sobre la cantidad de animales para sacrificio y venta en territorio haitiano y las reales necesidades de la población para la exportación cárnica desde nuestro territorio.
La sección comercial debe estudiar las tasas impositivas de los diferentes productos importados en Haití y los requisitos para el abastecimiento de productos fabricados, desarrollados o cultivados en nuestro país con relación a la demanda haitiana. La posibilidad o no de acuerdo a los impuestos aduanales de Haití en relación a nuestro país, para la instalación de un tratado o mercado de libre comercio. Establecer reglamentaciones de exportación e importación claras y equitativas de acuerdo a normas internacionales.
La sección de obras públicas debe conocer las necesidades de infraestructura de obras como presas, carreteras, puentes, túneles, hospitales y otras. Estudiar cómo ofertar nuestra experiencia y mejores costes por la ventaja comparativa de la cercanía territorial. Y todo lo concerniente a los materiales de construcción fabricados en el país.
Una sección de inteligencia civil y militar que conozca las posibles amenazas que puedan desarrollarse en Haití con relación a terrorismo y otras modalidades de amenazas en contra del gobierno haitiano o de cualquier otro país, principalmente el nuestro. Recordando que estas amenazas nos afectan también a nosotros.
Conociendo a profundidad las necesidades de ambos países podemos mantener relaciones armoniosas sin sobresaltos ni sorpresas innecesarias. Y es que debemos partir de la premisa de que el conocimiento de un asunto es un punto de partida importante para su solución.
