El deporte en la propuesta Estrategia Nacional de Desarrollo 2010-2030

El deporte en la propuesta Estrategia Nacional de Desarrollo 2010-2030

A Jacques, quien luchó por convertir el deporte en factor destructor de toda barrera humana.

Al escribir esta página sobre el lugar del Deporte en la Estrategia Nacional de Desarrollo, muerdo en la tristeza el recuerdo de aquella travesía que hicimos junto a Jacques desde Haití hasta La Vega, en interés de formar en deporte  a fin de fomentar una  cultura de mancomunidad binacional entre naciones que comparten frontera. Jacques, con voz pausada me decía -luego a petición mía lo escribió-: “Si ampliamos el programa de intercambio deportivo entre los dos países, levantaremos una efigie con el corazón de la isla. En ese corazón escucharemos los latidos de dos naciones hermanadas, sin prejuicio, disfrutando de la libertad y sintiéndose cada una orgullosa de su identidad y soberanía”. Jacques apenas pudo colocar las primeras piedras para construir la efigie.

El viaje de transformación hacia un país mejor, como se concibe en la END, se asemeja a la travesía que hicimos hasta La Vega: un viaje de desafíos. Para esta comparación, me sitúo teóricamente en el concepto formulado por la UNESCO (1978) , que define el deporte como actividad humana significante que se manifiesta y concreta en la práctica de ejercicios físicos y bajo forma competitiva.

Esta perspectiva sobre deporte y desarrollo, asumida en la Propuesta Estrategia Nacional de Desarrollo 2010-2030, supera la visión del deporte como una práctica de individuos sobresalientes o facultados para la competencia, predominante en diversos países. Más bien, se dice: “El deporte para todos es uno de los aspectos y a la vez uno de los elementos del desarrollo sociocultural y medio de ocupación de los tiempos de ocio, que le ayuda a los seres humanos a satisfacer sus necesidades de participación (integración en el medio, ejercicio de responsabilidad), de comunicación (relaciones humanas) y de expresión y finalmente, le permite asumir mejor sus obligaciones profesionales y su tarea social”.

Esa visión de desarrollo integral considera el deporte como medio para los seres humanos desarrollarse en lo físico, lo socio-afectivo, y lo intelectual. El abordaje integral vincula el deporte a: los procesos de desarrollo físico-biológicos, de subjetivación de individuos y grupos; la integración comunitaria y la formación del orgullo nacional; la cooperación e intercambio entre naciones; el desarrollo empresarial, comercial y laboral, partiendo de la necesidad de organizar un sistema deportivo que conviva con el mercado como un organizador de relaciones instrumentales del mundo moderno, y que los valores humanistas pervivan frente a esa racionalidad orientada a tener sólo héroes de nervio duro -atletas de alto rendimiento y alta rentabilidad. Además, los temas de identidad sexual; los procesos de conflictividad humana y de  paz, y el fortalecimiento de las capacidades técnicas y científicas mediante la educación superior en deporte, incorporando los procesos tecnológicos y avances de la nueva era del conocimiento.

Buscando crear capacidades para enfrentar estos temas centrales de la sociedad moderna, organismos internacionales como Naciones Unidas y las Comunidades Europeas valoran la relación entre deporte y desarrollo social. El asunto es cómo hacer del deporte un recurso que vaya más allá de lo individual y corporal, vinculado a las políticas educativas, culturales, de salud, relaciones internacionales, cooperación y desarrollo. Naciones Unidas (2002)  estableció como objetivos promover el deporte en las actividades para el desarrollo y la paz, y generar mayor apoyo hacia éste por los gobiernos y organizaciones deportivas. Por otra parte, la ONU proclamó el 2005 como Año Internacional del Deporte y la Educación Física, y planteó incorporar el deporte al cumplimiento de los Objetivos de Desarrollo del Milenio.

A su vez, el Parlamento Europeo (2006)  planteó realizar programas de desarrollo basados en el deporte, subrayando que: “El deporte y la educación física constituyen medios excelentes para promover la educación, la salud, el desarrollo y la paz”; señaló “su capacidad para fomentar valores sociales como el espíritu de equipo, la competición leal, la cooperación, la tolerancia y la solidaridad”; reconoció “la importancia social de las asociaciones deportivas, que forman parte integral de la sociedad civil y reúnen a personas de todas las clases sociales y distintos entornos intelectuales y sociales”; destacó que “para que el deporte pueda contribuir al desarrollo, debe desarrollarse la disponibilidad del propio deporte”, y señaló que “los proyectos deportivos pueden constituir un medio transversal para reforzar la capacidad en los ámbitos de la educación, la salud en general, la prevención del VIH/sida y la consolidación de la paz, así como para luchar contra la exclusión social, la violencia, las desigualdades, el racismo y la xenofobia”.

Asimismo, propuso reforzar los conocimientos y experiencias de los profesores de educación física en el ámbito del deporte; pidió “incorporar expresamente el deporte y el desarrollo en las políticas nacionales orientadas a la reducción de la pobreza”; definió “la igualdad de género como un objetivo en las iniciativas de deporte”; y planteó “aplicar iniciativas de asociación y proyectos de desarrollo compatibles con la educación facilitada a todos los niveles de escolarización”.

En la END  se acogen estos postulados. La imagen–objetivo de país deportivo planteada es: “Una nación que incorpora las actividades deportivas como parte integral del desarrollo físico y mental de su población y ofrece condiciones para la formación de atletas de alto rendimiento.” Los resultados esperados en el segundo Eje Estratégico se orientan a garantizar educación, salud y seguridad integral en un marco de cohesión territorial. Se reconocen como elementos importantes la construcción de entornos saludables para la vida de las personas y el reconocimiento del valor intrínseco de la cultura, la recreación y el deporte.

La END propone como Objetivo “crear en la población una cultura del ejercicio del deporte a lo largo de la vida”. Las líneas de acción establecidas son: i) Fortalecer el deporte en el sistema educativo, como componente de la formación integral del ciudadano. ii) Expandir y diversificar las facilidades físicas para el ejercicio del deporte, el esparcimiento y la recreación física a lo largo de la vida, en colaboración con los gobiernos locales. iii) Fortalecer el sistema de capacitación de recursos humanos para la enseñanza de las disciplinas deportivas. iv) Impulsar la práctica del deporte como mecanismo de inclusión de grupos específicos de la población. v) Fomentar la incorporación femenina a las actividades deportivas. vi) Promover las competencias deportivas a nivel local, regional y nacional.

También se propone el objetivo de “Desarrollar el deporte de alto rendimiento”, cuyas líneas de acción son: i) Desarrollar un sistema de apoyo técnico y financiero a la formación de atletas de alto rendimiento, que incluya una capacitación profesional independiente del ejercicio del deporte, y ii) Propiciar, en colaboración con el sector privado, la participación en programas del ciclo olímpico y eventos internacionales.

El cumplimiento de estos lineamientos validaría el viaje de transformación hacia un país mejor.

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Las carencias

El país afronta problemas que le distancian del logro del desarrollo humano en deporte: 1) Carencia de un plan estratégico de desarrollo deportivo con sentido de nación, en que  se  fortalezca la imagen nacional. 2) Desarticulación entre las instituciones del Gobierno central y los gobiernos municipales para impulsar políticas de desarrollo y equidad territorial. 3) Escasa inversión pública y deficiente gestión que supere los problemas del “deporte para todos”. 4) Problemas de conciencia ciudadana, que dificulta generar movimientos articulados de impacto territorial para hacer del deporte un soporte de desarrollo emocional, intelectual, social, económico e identitario. 5) Visión y prácticas machistas contra la mujer en algunas prácticas deportivas. 6) Débil integración del deporte al currículo y escasa profesionalidad de la educación en deporte.

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