Entre las acciones más loables e intrincadas asumidas por las presentes autoridades del Ministerio de Deportes, hay que resaltar sus esfuerzos hacia la mejora en la calidad y transparencia en el uso de los fondos públicos aportados a las entidades asociativas privadas para actividades de fomento y desarrollo. Los mayores inconvenientes se han presentado con las organizaciones olímpico-federativas que todavía no han podido superar del todo la vieja y recurrente práctica en el cumplimiento de las liquidaciones de los recursos financieros recibidos como subvención.
En vista de que en lo que va de la actual administración, no han podido ser satisfechas una serie recomendaciones para corregir un conjunto de debilidades sobre el particular, la cartera del ramo optó recientemente por hacer una serie de observaciones para que sean acogidas, so pena de tomar las acciones relativas a la suspensión de la subvención, establecidas en el Artículo Octavo de la Norma General 01-2011, así como el Artículo 49 de la Ley 527-14 que aprueba el Presupuesto de gastos para el 2015.
El nuevo llamado para poner sus cuentas en orden abarca 36 federaciones olímpicas nacionales y el conjunto de las uniones deportivas provinciales. Es ilustrativo conocer que la vertiente del deporte de alto nivel es la recipiente de alrededor del 60% de la partida que dispone el Ministerio de Deportes para los programas de fomento y Desarrollo, una situación que según algunos entendidos merece una distribución más equilibrada para mejorar la inversión en las demás vertientes como son el deporte en edad escolar, universitario, municipal, comunal, de tiempo libre y recreativo.
La asignación mensual a las federaciones y al COD engloba un promedio de 400 millones anuales, suma que se remonta alrededor 500 millones cuando se agregan las subvenciones extraordinarias para grandes eventos de ciclo como los Juegos Centroamericanos, Panamericanos Juegos Olímpicos y otros compromisos internacionales. El olimpismo criollo ha insistido en un aumento de las partidas, pero el sector oficial ha entendido que primero se debe cumplir con las recomendaciones y observaciones referidas.
Anteriores requerimientos de la agencia del ramo para las liquidaciones dieron origen a situaciones de tensión con la cúpula del olimpismo local que a través de medios de comunicación nacionales, los interpretó como “golpes y ataques”, no como el cumplimiento de una responsabilidad institucional y legal del principal organismo que dirige la política deportiva gubernamental.
Ha sido inexplicable que esta anómala situación se haya mantenido hasta ahora, pues en reiteradas ocasiones los máximos ejecutivos del organismo oficial han convocado a la dirigencia olímpica para dilucidar y coordinador aspectos técnicos y administrativos que conciernen conjuntamente a la organización pública y privada del deporte doméstico, sin embargo dichos acuerdos no siempre se han concretizado en los hechos.
Entre las debilidades que deben ser superadas, según sugerencia a través del área Administrativa, se observa que en muchos casos un alto porcentaje en el uso de los recursos en cargas fijas y otros gastos corrientes, por lo que debe focalizarse mayormente la inversión en actividades para el fomento del deporte; se verifica la omisión de varios documentos sobre el informe de ejecución presupuestaria detallado por objeto del gasto, la conciliación bancaria con sus soportes correspondientes, así como la relación de las cuentas por pagar al corte del trimestre o del mes que se hace la liquidación.
También se ha comprobado inconsistencias en las fechas de emisión de los cheques en determinadas federaciones, comparado contra los meses que se están liquidando, tampoco se observan pagos a la Tesorería de la Seguridad Social por la inscripción del personal fijo que debe estar inscrito para darle cobertura de salud, pensiones y riesgo. Asimismo, se verifica un alto porcentaje de servicios personales y no personales, sin comprobante o soporte correspondiente como factura fiscal, copia de cédula o pasaporte, recibo, contrato, según el caso.
Estos requerimientos y observaciones deben ser cumplidos cabalmente por el entramado olímpico-federativo sin ningún tipo de reticencias, en medio de un ambiente de distensión para la buena marcha del deporte vernáculo y el avance de una vertiente que representa nuestra imagen en el deporte competitivo en el ámbito internacional.