Sumergidos en la estación anual que nos olvidamos el ahorro y casi todos buscamos la forma de disfrutar de la época con un derroche inaudito de gastos y de exageraciones en las actuaciones llegamos al final de la quincena mas dispendiosa de la época para olvidar los problemas y buscar el disfrute con los amigos en un jolgorio de nunca acabar.
En este año los comercios adelantaron la apertura de sus propuestas de ventas a los clientes. Ya para finales de septiembre se comenzaba a notar el empuje comercial para hacer que la población se sumergiera desde aquellos días en el derroche que ahora es notorio y abrumador.
No hay día de la semana que los medios no traigan ofertas de la una variada naturaleza buscando hacer caer en el remolino de las deudas a miles de consumidores que luego pasarán el nuevo año empeñados para ver como pueden solventar esas nuevas deudas que se agregan a los compromisos ineludibles de la alimentación, renta, energía, agua y otros.
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Es un panorama conocido por todos que viven de ingresos por salarios o de negocios propios y que ahora en diciembre se agudiza la desesperación de quienes buscan la forma de hacerse atractivos en las ofertas de sus negocios. O saber que dispondrán de recursos para sus gastos de negocio o del hogar para poder asegurar la subsistencia de sus negocios cuando se ven acosados por el fisco devorador de lo que supone debe pagar el contribuyente.
Es la época del año que todo el mundo aguarda para la alegría y el compartir con amigos y familiares. Por lo general tiene consigo un dolor de cabeza por las responsabilidades adquiridas que se derivan de compromisos y de la necesidad de cumplir de manera que el nuevo año se inicie con páginas limpias y aguardando, si es comerciante, la nueva deuda y de volver a la misma rutina de endeudamiento de comprar y vender. Pero se busca el espacio para el compartir con la familia y los amigos. De ahí y como todos los años y ahora mas que nunca el derroche de este año es mas notorio con relación a los anteriores.
Estamos en el apogeo de los gastos. Todos buscando el traje que usaremos para la noche buena o de la fiesta de fin de año, o el adorno para la casa o el regalo de agradecimiento a un superior jerárquico. En fin el derroche es cada vez mayor a medida que la economía crece y hay mas dinero para gastar en un derroche que no sabemos como es que las deudas no hunden al país.
Y ahora se tiene una economía mas sólida apuntalada por los abultados ingresos de las remesas, del turismo, de las exportaciones hasta de aquellos productos de postre como se decía del café, cacao y azúcar. Se cuenta con un sólido crecimiento, pese a las desigualdades sociales hay un ambiente mas fluido de integración a contrapelo del daño que ocasiona la masiva presencia de haitianos que cada día va en aumento y sin posibilidades de detener ese éxodo occidental desde Haití para asegurarse su supervivencia.