El derroche suculento del barril presupuestario

El derroche suculento del barril presupuestario

Cada vez que se publican los montos de los ingresos estatales, y de los sueldos que ganan los funcionarios, más enojos se generan en la población al ver el despilfarro que se hace con el dinero de los impuestos, y los servicios públicos son cada vez peores, cuyas denuncias son parte permanente de los medios de comunicación.

No vale que se realicen cuantiosas inversiones en sueldos de jueces, médicos, maestros cuando los servicios públicos, como es el caso de las aguas negras de todos los pueblos con plantas de tratamiento destruidas, exponiendo a la ciudadanía a todo tipo de enfermedades; si una vez operaron, hoy son ruinas y acusan a los funcionarios de sus incompetencias, en que da pena cuando anuncian que se van a reparar ciertas plantas fuera de servicio desde hace años por la abulia y el desinterés de ni siquiera reparar su estado actual, como ocurre en muchos acueductos con sus plantas fuera de servicio y el agua enviada directamente a las tuberías de distribución domiciliaria.

El escándalo, finalmente de dominio público que existe en la nómina de la Cancillería, que todavía se pretende dejar pasar por debajo de la mesa lo denunciado y comprobado de la enorme sangría que significa para el país pagarle a un personal que causa risa y burla en los países anfitriones, donde supuestamente han sido nombrados los favorecidos que solo aquí se conoce de esos nombramientos, no así en los países anfitriones, desconocedores de ese abultado personal para sus capitales adonde nunca llegan a sabiendas que se trata de premios políticos para los reformistas, peledeístas y amigos que se saben deben retornar parte de su sueldo al padrino que le consiguió y le tramitó el cargo.

El escándalo de las botellas de la Cancillería ha expuesto el modus operandi de los políticos, que sin tapujos han dilapidado por más de una década de altas sumas de dinero del presupuesto, que aumentaba con el paso de los años, hasta llegar al punto que ya el Gobierno debe adoptar medidas, aun cuando se ofendan los políticos que se nutren de esa generosa fuente a nombre de la gobernabilidad.

Se trata de sostener una maquinaria política que ya dejó de ser un instrumento de poder por ese desprestigio a que llegó, ofreciéndose como una prostituta al mejor postor, que lo fue el PLD que la conquistó y mantiene pese a sus empeños de presentarse ante el país como una opción de poder, pero la gente no le cree cuando ve sus miembros más connotados que continúan amarrados a sus cargos y prebendas, y amamantando un hambre de riquezas que solo en los gobiernos del PLD han podido saciarla abundantemente y dejar satisfechas sus ambiciones.

Por eso es que en el país no es necesario buscar culpables directos del derrumbe social existente, con el desmoronamiento de la familia y aumento de la delincuencia, ya que los políticos en su asalto al erario público han sabido ser ejemplo de una parte de la ciudadanía, que ya sin valores morales creen al igual que los políticos con su acaparamiento de dinero, que el asaltar y matar es parte de una cultura que no da opciones para otra cosa, como se podía esperar en el pasado, donde los frenos estaban impuestos y funcionales por el núcleo familiar, que no importando su nivel económico inculcaban a sus hijos una serie de pautas y líneas de comportamiento que hacía del país algo más seguro y vivible.

La sumisión y la indiferencia es lo que prima en los grupos sociales indefensos, y no hay ningún freno que contenga y lleve a control a los políticos, que sin dudas son los responsables de una situación que se les escapó a las instituciones religiosas y no gubernamentales que todavía les queda algo por qué luchar, pero sus fuerzas disminuyen cada día cuando se ofrecen las señales al asalto cotidiano del poder por gente que una vez fueron compañeros o vecinos de los que ahora son los maleantes que deambulan por las calles asaltando y matando a los indefensos, que no pueden vivir en su país sin privilegios y abusos del más fuerte.

 

Publicaciones Relacionadas

Más leídas