¡El desafío cobra dimensión!

¡El desafío cobra dimensión!

El incremento de los contagios, hospitalizaciones e ingresos en cuidados intensivos que reducen dramáticamente la disponibilidad de espacios para la atención médica y aumentan riesgos a la vida conforman un balance en rojo a la prevención contra la covid-19.

El congestionamiento de salas para internos y la angustia de familiares de enfermos en la periferia de los centros asistenciales se presentan como resultado de la inobservancia, en notables sectores de la población, de normas trazadas para refrenar la transmisión del virus con mascarillas, conservación de distancia y lavado de manos.

No ha bastado el correcto comportamiento de una parte importante de los ciudadanos para desalentar la expansión de infecciones.

La indisciplina confirma el deplorable efecto para la sociedad que pueden alcanzar las excepciones a las reglas, que harían aparecer como imprescindibles los confinamientos drásticos y más paralizantes, traumáticos y socialmente costosos en adición a los peores males iniciales.

En su magnitud, el rebrote muestra empequeñecidas las previsiones tomadas por el sistema sanitario llevado paulatinamente por la llegada de pacientes a los bordes de su capacidad, tanto en recursos materiales como en personal médico y paramédico, hoy sobrecargado de las labores imprescindibles para recuperar la salud. Ensanchar capacidades es ahora el reto mayor que obliga al denuedo y al ingenio.

Mejor así, con políticos fuera

El partidarismo, aun cuando se ejerza con sentido de dignidad, tiende a ir montado en el potro de sus conveniencias y objetivos políticos. Lleva espejuelos para, preferiblemente, ver la realidad como una escalera hacia el poder.

El pueblo merece un defensor que no aparezca colocado en la óptica limitada de alguna bandería. Cual que sea. Y aunque muchos políticos no lo crean, se puede servir muy bien a la sociedad sin pertenecer a sus organizaciones, y a veces preferiblemente.

No se niega que por estas viñas del Señor aparezcan damas y caballeros capaces de desprenderse rotundamente de las obligaciones que les crean las adhesiones partidarias, pero es preferible que guarden distancia de siglas habituales aquellos apostolados llamados a disentir y reclamar conquistas al establishment y a los gobiernos.

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