El desafío de la ómicron sin volver a las restricciones

El desafío de la ómicron sin volver a las restricciones

Un virus de curso ascendente en sus contagios, que lleva a estados graves a muchas personas, que hasta ahora causa defunciones moderadas pero tiene al país en vilo, no ha impedido que el Gobierno queme las naves negándose a la imposición de nuevas medidas contrarias al movimiento de la economía.

La positividad que por momentos sube a 38.43% y lleva mayores flujos de pacientes hacia áreas de internamientos y de cuidados intensivos, tiende a poner a prueba nuevamente al sistema hospitalario que aun contando con suficiente espacio para la demanda de servicios, recarga de trabajo y tensiones a sus recursos humanos, con posibles repercusiones contra la calidad de los desempeños.

A la perspectiva favorable de una baja letalidad se contrapone la posibilidad de que la difícil variante ómicron se extienda más hacia segmentos poblacionales vulnerables por enfermedades pre-existentes: cardiopatías, asma, hipertensión y trastornos inmunitarios.

En favor del retorno a los confinamientos que las autoridades descartan en absoluto se mueven por muchas partes los ciudadanos negados a vacunarse o a completar el ciclo de dosis que evita los peores desenlaces aunque se contraiga la infección en condiciones orgánicas adversas.

Como ha ocurrido antes en esta pandemia, controlar la circulación del SARS-CoV-2 para no apelar a duras restricciones sigue obligando a inducir, con firmes señales de peligro y medidas moderadas, comportamientos preventivos.

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