El desafío del reformismo

El desafío del reformismo

TACITO PERDOMO
«Los pueblos que olvidan su pasado se exponen a repetir sus errores». Esta expresión harto conocida viene al caso porque el Partido Reformista Social Cristiano está frente a una disyuntiva parecida a la que vivió hace apenas dos años, y que lo sumergió en su más doloroso retroceso. Las luchas internas del 2003 redujeron sus posibilidades de cerca de un 30% en la aceptación popular a apenas un 8% en las elecciones. Hoy se vive una situación parecida a la de esa época pero con posibles repercusiones mucho más profundas.

Las luchas entre las candidaturas a los cargos principales del Partido están produciendo una erosión interna que pone en peligro no sólo la estructura de la organización sino, a todas las candidaturas a senador, diputado, síndico y regidor en la contienda del año que viene. Esa situación se sobredimensiona y es más grave porque, a su vez, arrastraría al abismo las posibilidades presidenciales del reformismo en el 2008.

La situación que vive el país es propicia para el resurgimiento del Partido Reformista Social Cristiano. En la actualidad, el partido de gobierno comienza a sentir los aguijones de la desesperación popular; no es un secreto que las dudas y la desesperanza crecen y que todo parece indicar que terminaremos estos cuatro años en un mar de frustraciones; si alguien lo duda lo remitimos a los titulares periodísticos de la actualidad. Por otra parte, hablar del desaliento que dejó en la población el gobierno anterior sería, como dice el pueblo, «llover sobre mojado».

Vistas así las cosas, sabemos que al Partido Reformista se le abren grandes perspectivas y no es inteligente obviar esa realidad; por el contrario, lo saludable es preservar y hacer crecer las esperanzas que comienzan a percibirse en el seno de la ciudadanía. Hay que buscarle a la situación presente una salida salomónica en que no hayan vencidos y que por el contrario, todos sean gananciosos. Hay que hacer conciencia de la posibilidad y mayor responsabilidad de llegar al poder; sólo así daremos seguridad al pueblo dominicano de que estamos a la altura de merecer su confianza.

El sacrificio de este momento abonará el triunfo de mañana, porque las decisiones que se tomen hoy serán irrevocablemente determinantes para lo que ocurra en el 2008. No se debe lanzar por la borda el auspicioso futuro que ya se vislumbra. En las manos de su dirigencia está el destino del Partido Reformista Social Cristiano, de su historia y el de cada reformista.

Es momento de hacer una alto en el camino y pactar un acuerdo que implique el compromiso de preservar el partido como instrumento político al servicio del pueblo dominicano. De imponer la cordura y actuar con la transparencia, la responsabilidad y la solidaridad interna que aleje los fantasmas que pudieron afectar en el pasado.

Pactar que los que no resulten electos o electas, se comprometan a brindarles todo apoyo a aquellos y aquellas que ganen las Primarias, y hacer conciencia de que cuando gana un o una reformista ganan todos y todas.

Además, con la intención de que el partido se nutra de la totalidad de sus potenciales recursos humanos y de abrirle espacio a esa cantera de valiosos y valiosas dirigentes que no lograrán alcanzar sus propósitos, sería plausible contemplar el proyecto siguiente:

Que el candidato a la presidencia del partido y el candidato a las secretaría general que alcancen los segundos lugares en las primarias sean directores de la Comisión Nacional de Crecimiento y de la Comisión Consultiva Nacional, lo que lo hace simultáneamente, miembros de la Comisión Política.

Que el candidato a la presidencia que alcance el tercer lugar y las o los candidatos a la primera vicepresidencia y a la secretaría de organización que terminen en segundo lugar, sean investidos(as) como vicepresidentes(as) nacionales y miembros(as) de la Comisión Nacional de Crecimiento o de la Comisión Nacional Consultiva, lo que los, las hace miembros(as), automáticos(as) de la Comisión Política.

Que las y los candidatos(as) a la primera vicepresidencia, secretaría general y secretaría de organización que no alcancen la segunda votación; así como las y los aspirantes a la Comisión Política que no resulten ser electos(as), sean recocidos(as) como miembros(as) de la Comisión Ejecutiva.

Si se tiene como prioridad el destino del pueblo dominicano y el destino del partido Reformista Social Cristiano, recuérdese que la mayor virtud de quiénes compiten es propiciar la unidad y el entendimiento, porque son los laureles más nobles que humano alguno pueda ceñirse. Piénsenlo.

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