Hay plena conciencia, en prácticamente todos los ámbitos, ya sea gobierno, sector empresarial o demás actores económicos del país, de que uno de los grandes desafíos que se tiene que enfrentar con urgencia es el de su nivel de competitividad. En ello el rol que tienen que jugar los puertos nacionales es de alcance estratégico.

Hasta no hace mucho la imagen de los mismos era realmente deprimente. Todos los males existentes se expresaban en ellos dañando seriamente no solo el nivel de la actividad comercial nacional sino la credibilidad del país y de sus instituciones burocráticas y económicas.

Esa realidad ha venido cambiando progresivamente pero de manera firme.

En un mundo en que la principal interconexión entre las naciones es a través de la actividad comercial, los puertos constituyen las principales puertas y ventanas de comunicación y flujo comercial. Por ellos se realiza la mayor parte del intercambio comercial. En el caso de la República Dominicana casi el 90% de su relación comercial se efectúa por sus puertos.

 La República Dominicana debiera ser – y tiene que llegar a ser– un punto de referencia del nivel de desarrollo portuario a nivel regional e, incluso, a nivel mundial.

El Puerto de Santo Domingo bien debiera ser reindivicado como Primado de las Americas. Hoy, con una incidencia minima en el comercio nacional, está siendo objeto de un importante nivel de inversión – concesionado en el 2005 a la empresa Inversiones Turísticas Sans Souci S. A. – para posicionarlo con mucha fuerza como receptor de cruceros. Igual destino se está forjando en el de Samaná y La Romana. En tanto Puerto Plata debe recobrar, en un futuro, su atracción para el turismo de crucero.

Desde el 2001 la Autoridad Portuaria Dominicana ha venido aplicando la política de gobierno para el desarrollo portuario procediendo a contratos de concesión para varios de ellos.  El Puerto de Río Haina fue concesionado en el 2001 a la empresa Haina International Terminals – HIT – habiendo sido objeto de un significativo flujo de inversión que lo ha llevado a elevar sustancialmente su nivel de eficiencia lo que es reconocido por el sector empresarial. Entre el 2002 y el 2003 el Puerto de la Romana – administrado por el Central Romana – construyó un muelle de más de 200 metros lo que le ha permitido potenciarse en la recepción de cruceros.

El Puerto Multimodal Caucedo entró en operaciones en el 2003 bajo contrato con DP World – de Dubai – siendo convertido en el más moderno de toda la región. A su vez el Puerto de San Pedro de Macorís esta siendo remodelado para ampliar su capacidad de recepción de buques. Manzanillo, en el norte, sigue siendo focalizado para convertirlo en un megapuerto en tanto se trabaja en su modernización.

Si, queda un camino que recorrer pero, por lo menos, se esta caminando en la dirección correcta.