Esta modalidad de la construcción moderna, facilita la división de los ambientes en la cocina sin que se pierda la idea del espacio integrado. Pero antes hay que verificar  bien las medidas

POR NELLY RAMÍREZ
La modernidad de los tiempos ha agregado a la vida mayor rapidez, es decir, que las cosas  en las que anteriormente nos tomábamos talvez  media o una hora, ahora solo  disponemos  de quince a veinte minutos, es por eso que cada vez más  se demandan espacios más prácticos, adecuados y funcionales.

Los desayunadores, parte inherente, hoy día, de la arquitectura y construcciones modernas, constituyen una pieza clave en la decoración de las cocinas. Estos aportan la modernidad y practicidad que demandan las personas ejecutivas, las que por lo regular no cuentan con mucho tiempo para tomar un desayuno antes de salir de sus hogares.

Esta novedad de la arquitectura moderna aporta a las cocinas mayor funcionalidad, sin que ésta pierda su propósito inicial y creativo.

Existe diversidad de diseños y estilos de desayunadores, los cuales pueden ser colocados en su cocina de acuerdo a sus exigencias  y gustos, pero también de la creatividad e ingenio  del diseñador.

Es un pequeño espacio creado dentro de la cocina, donde dos o tres personas a la vez pueden tomar el desayuno, al tiempo que conversan sobre algún tema. No obstante, si tienes que desayunar solo no le afectará, porque precisamente  los desayunadores tiene esa ventaja que no le hacen ver solitario mientras los usas.

Por lo general los desayunadores están colocados en el centro de la cocina o en un lado de esta, y se pueden complementar con coquetas banquetas, las cuales vienen con espaldar o sin estos, como su propietario los prefiera.

Para tener una cocina más cómoda, se le puede construir un desayunador,  lo que le permitirá  disponer de una mesa extra y a la vez dividir los ambientes. Hay varias formas de hacer esta  división  en ese importante espacio de la casa, pero en algunos casos resulta imposible construirle una barra. Es el caso  de una cocina tipo pasillo, angosta y larga, o cualquiera que no tenga comunicación con un comedor o un estar. Este medio, tan práctico, sería genial cuando se tenga una cocina continúa al comedor, porque en esos casos el desayunador facilitaría  la división de los dos ambientes sin que se pierda la idea del espacio integrado.

Pero hay que tener muy  en cuenta la verificación de las medidas antes de construir un desayunador, para que después el mismo en vez de funcional resulte lo  contrario.

Si su cocina es tipo pasillo, entonces el desayunador deberá de tener una altura de 1,10 metros. El ancho del mismo dependerá del espacio que se tenga, pero nunca debe ser menor a 30 centímetros porque perdería su utilidad. Si la barra se va a usar como pasa platos o para dividir los dos ambientes, se puede construir a la altura de la meseta, es decir entre 80 y 85 centímetros de alto. El largo dependerá del espacio en la cocina, pero el espacio por donde pasan  las personas debe quedar libre, si no hay un acceso extra desde el interior de la casa a la cocina.

Este espacio debe tener como mínimo 70 centímetros para permitir el paso cómodo de una persona. El largo de la barra no debe ser menor a los 80 centímetros, que es la medida en donde pueden sentarse dos personas. Las butacas que se utilicen para que se sienten las personas que vallan a desayunarse a la barra deben tener una altura de 15 a 20 centímetros menos que la altura de la barra para que estén cómodos. En algunos casos el diseño del desayunador permite agregarle una barra en la parte inferior, que sirve para apoyar los pies y permite una postura más cómoda en la butaca. Esta barra debe colocarse a unos 20 centímetros del nivel del piso. Si el mueble que va a construir lleva estantes, entonces sería una especie de ventana en la parte superior que conecta la cocina con el comedor. En estos casos la abertura tiene que tener por lo menos 80 centímetros de altura para que haya armonía entre ambas construcciones. Estas se dividen en varios tipos.