El desayuno escolar

El desayuno escolar

El desayuno escolar ha sido suspendido nuevamente, por tiempo indefinido. Nuevas intoxicaciones  de estudiantes justifican la medida, pues ha quedado claro que no funcionaron los controles que evitarían nuevas ocurrencias de este tipo. El ministro de Educación, Melanio Paredes, afirma que el programa no contó con el respaldo de los sectores que han debido garantizar su preservación, y que hay un estado de crispación movido por intereses económicos y políticos.

  Pero el desayuno escolar debe funcionar contra viento y marea, y eso quiere decir que el Estado debe vencer cuanto antes esos intereses y poner nuevamente en marcha el programa con toda la seguridad necesaria para evitar eventos como los que han estado ocurriendo. El Estado no puede admitir como una derrota el hecho de que intereses impidan el funcionamiento de un programa que beneficia a casi dos millones de niños que necesitan esa asistencia.

Bajo cualquier circunstancia, los esfuerzos deben dirigirse a vencer los escollos que han estado torpedeando el desayuno escolar. La suspensión del programa no debe durar más tiempo que el necesario para garantizar su seguridad y preservar la salud de los estudiantes. 

Y considerando las necesidades de éstos, es necesario obrar con rapidez con la meta de restablecer el programa.

 

La justificada queja del COD

El Centro Olímpico Juan Pablo Duarte ha ido perdiendo su esencia de perímetro destinado a la práctica de disciplinas deportivas y a servir de pulmón en esta parte de la capital. Luce cada vez más saturado  porque, en la práctica, su área se ha reducido  para dar cabida a instalaciones de  las líneas Primera y Segunda del Metro de Santo Domingo y otras infraestructuras, y nuevas instalaciones deportivas en lo que estuvo reservado para áreas verdes.

Con justa razón, el Comité Olímpico Dominicano (COD) se ha quejado por el estado de cosas en el centro olímpico y ha pedido al Presidente de la República que reflexione sobre la situación. Por muchos años este ha sido el lugar por excelencia para la práctica de disciplinas deportivas, pero al paso que van las cosas podría perder tal característica. 

Debe haber una clara definición del destino que le espera al centro olímpico.

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