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Pese a que el expresidente Leonel Fernández afirmó que dejó un país estable en términos económicos, con grandes expectativas y confianza, a poco más de un mes del término de su mandato un déficit fiscal superior a los RD$100 mil millones y revelaciones de opositores, e incluso de funcionarios del nuevo Gobierno, sobre deudas exorbitantes dejadas por la administración anterior, contradicen las afirmaciones del exmandatario.
Aunque, por razones entendibles, el presidente Danilo Medina no ha criticado la herencia de su predecesor, lo cierto es que, para enfrentar el dispendio en el gasto, ha tenido que tomar una serie de disposiciones de austeridad en las instituciones públicas.
Entre las medidas del decreto 499-12, figuran el ahorro de energía, del uso de celulares, agua potable y combustibles, así como la prohibición de la compra de vehículos para las instituciones del Estado, la realización de fiestas y la distribución de regalos y canastas navideñas.
Por otro lado, el presidente Medina dio a conocer otras medidas de austeridad mediante un proyecto de ley que alentó antes de asumir el poder orientado a reducir los sueldos de lujo en la Administración Pública, el cual el Congreso aprobó y que al finalizar su mandato el entonces presidente Fernández observó.
De igual manera, también en aras de reducir el gasto y elevar su calidad, el mandatario ha dispuesto una reducción al mínimo de la comitiva que lo acompaña tanto aquí como en el viaje que emprende hoy hacia el exterior.
Según el economista Nelson Suárez, el gobierno del doctor Fernández dejó un déficit fiscal superior a los RD$101,900 millones, de los cuales RD$86 mil millones corresponden al sector público y RD$15,500 millones al Banco Central.
Por otro lado, el nuevo ministro de Salud Pública, Freddy Hidalgo, reveló que encontró una deuda de RD$1,000 millones con contratistas de obras y suplidores, lo que le ha impedido pagar las subvenciones a los hospitales y demás centros de salud.
Se ha denunciado por igual que el Estado adeuda RD$600 millones al Programa de Medicamentos Esenciales (Promese), deuda que se generó entre los años 2006 y 2012.
Por otro lado, el ingeniero Leonel Carrasco, subdirector de la Oficina para el Reordenamiento del Transporte (Opret), reveló que el Gobierno lleva tres meses que no otorga un solo centavo para la terminación de la línea II del Metro de Santo Domingo.
Pese a que la nueva administración de la Corporación Dominicana de Empresas Eléctricas Estatales (CDEEE), abonó a las generadoras US$514.87 millones, el déficit por ese concepto amenaza con cerrar este año sobre los US$1,500 millones.
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Lastre adicional
Otro lastre que se suma a la pesada carga económica que lleva en hombros la nueva administración es el agotamiento en un 85 por ciento del Presupuesto del Estado, ascendente a RD$340 mil millones, el que, mediante un Presupuesto complementario, fue elevado a más de RD$540 mil millones. En medio de las precariedades heredadas, la nueva administración sortea las dificultades apretándose el cinturón.
