En los últimos días, el partido de gobierno y su candidato a la presidencia de la República han venido desgastándose de una forma tan rápida que podría suceder que antes del 20 de mayo la victoria del PRD e Hipólito Mejía no tenga contendor importante.

 ¿Cuáles han sido las causas de este desmoronamiento tan rápido en los últimos tiempos? Sencillamente las actuaciones de los funcionarios del gobierno en actos de corrupción tan rampantes y groseros que han desbordado la capacidad de tolerancia de la población al ver que no hay ninguna acción judicial en su contra.

Estos actos de enriquecimiento ilícito por parte de los más encumbrados funcionarios del actual gobierno, ha traído como consecuencia que el pueblo haya decidido sacarlos del poder al darse cuenta de que verdaderamente han sacrificado el desarrollo del país por el progreso personal de unos cuantos que exhiben una riqueza tan exorbitante sin explicación legítima alguna que ha irritado la conciencia de la mayoría del pueblo dominicano.

El contraste de los escándalos de corrupción en relación a la pobre inversión en ocho años de gobierno consecutivos, han hecho que haya una repulsa masiva a un gobierno que no ha invertido en obras de infraestructura que beneficie a las mayorías, como es el incremento de las oportunidades para la educación y educación técnica, mejoría en los servicios de salud, más oportunidades de empleo formal, inversiones en los barrios y sobre todo en los campos y ciudades del interior del país.

Por otro lado, el pueblo considera que al parecer, estos funcionarios corruptos cuentan con el aval del presidente de la República y del candidato; el primero porque no los destituye y el segundo porque son sus financieros y promotores de su campaña.

Los estrategas de la campaña oficialista están tan ofuscados con el avance de la candidatura de Mejía, el cual creían iban a detener por las grandes sumas de dinero invertidas en la campaña a favor de su candidato oficialista, a través de la propaganda exageradísima en vallas, carteles, afiches, cuñas radiales, spots televisivos, regalos a los más desamparados, alimentos y comidas en los barrios, compra dirigentes de la oposición, de medios y de comunicadores y otras tantas perversidades muy dañinas para la sociedad dominicana, que están dando tumbos a ciegas con ridiculeces a todas luces.

¿A quién en su sano juicio pueden convencer que un exmilitar dominicano identificado con el candidato opositor puede, con una llamada telefónica, dar un golpe de Estado en Haití, ocupado por una fuerza militar de la Organización de las Naciones Unidas?

La población dominicana, esa que algunos creen que no analiza la política nacional, se dio cuenta de que lanzar una noticia así, no era más que tratar de desviar la opinión pública del escándalo de corrupción de un Senador morado con algunas connotadas autoridades de Haití en negocios ilícitos multimillonarios.

Al no darle resultado ese improvisado ensayo, volvieron a la carga con otro más ridículo, como el de la trama de asesinar al presidente del PRD por un dirigente entregado en cuerpo y alma a la victoria de su partido y sobre todo a la de Hipólito Mejía de quien es uno de sus mejores cuadros políticos y persona de confianza.

¡ Qué pena que un partido que nació con una mística de “servir al partido para servir al pueblo” se haya desviado tanto de sus principios y se haya convertido en un partido que en vez de servir al pueblo sea para servir a un grupito de funcionarios corruptos!

 Estamos convencidos que el 20 de mayo, habrá cambios en el país, pero para todos.