El desorden nacional

El desorden nacional

Bonaparte Gautreaux Piñeyro

Castillito, un compañero de trabajo en la antigua Dirección de Rentas Internas, decía en 1956 que este país existe porque el aire es gratis y contamos con la protección divina de la Virgen de la Altagracia. Castillito era higüeyano. Entonces, la ciudad se caminaba a pies y sobraba ánimo y respiración.

El Grupo Unido de la Industria Automotriz anunció que cerró el año 2023 con 130 mil vehículos importados, nuevos y usados. Esa información debía ser motivo de alarma, pero aquí solo se enciende el bombillo rojo cuando roban un banco o un grupo de narcos se burla durante años de la autoridad.

Una de las sugerencias que le hice a mi amigo el presidente Salvador Jorge Blanco fue la prohibición de importar vehículos familiares y de lujo y sólo permitir el ingreso de vehículos de trabajo, especialmente camionetas y camiones para la agropecuaria y el transporte de carga.

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Han pasado más de 40 años y la irresponsabilidad de los Gobiernos ha sido tal que hoy se suman 130 mil vehículos a los 130 y pico de miles del año 2022, 450 mil vehículos importados en dos años.

He ahí el real origen de los tapones. Esta ciudad de Santo Domingo necesita un Gobierno nacional y municipal, que se empantalone y haga las reformas de vías urbanas requeridas para el tránsito de vehículos colectivos de pasajeros, en cantidades suficientes, limpios, decentes, que cumplan los tiempos entre paradas, un número predeterminado de taxis, para cubrir necesidades y que no permitan huelgas de servicios públicos.

Habrá que abrir la ciudad para que el tránsito fluya como debe ser en sentido este-oeste y sur norte. Ahora solo tenemos la 27 de Febrero y una parte de la Duarte, sur norte y, las avenidas Independencia y Bolívar.

Falta abrir la México y la César Nicolás Penson y enlazar la Benito Monción-Leopoldo Navarro con la Moca, entre otros nudos, para que permitan un aire que contribuya a la fluidez del tránsito.

Lo que falta es coraje y determinación: prohibir la importación de vehículos familiares en un plan a 10 años que elimine los autos que, por su edad, contaminan el ambiente; limitar la importación de repuestos y llantas para facilitar el descargo de esos vehículos. Replantear las vías como sugerido u otras ideas mejores.

Se me ocurrió pensar, si los 260 mil vehículos miden un promedio de 2 metros cada uno, tenemos 520 mil metros de vehículos, en dos años le metimos 520 kilómetros de vehículos a las calles y caminos del país. Creo que de Macao a Pedernales no caben tantos vehículos puestos en hilera. Y luego hablamos de tapones.

Lo malo es que aquí nadie lee a nadie, nadie escucha a nadie y el individualismo nos corroe…permanentemente.

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