El despojo de las tierras del Estado dominicano

El despojo de las tierras del Estado dominicano

1988- Ciudad Alternativa: entonces, llamaba la atención sobre dos problemáticas ignoradas por las ciencias sociales: la tierra como bien material, no renovable, soporte de actividades ligadas al proceso de urbanización y la propiedad privada de la tierra como obstáculo para el desarrollo democrático de la ciudad. Vemos: desde la 1ª intervención US en RD, asistimos a un verdadero despojo de ese bien patrimonial de la nación, que se disputen, todos, los que detienen un grano de Poder. Las tierras de la South Puerto Rico Sugar Company, las de Trujillo, del primer sanatorio de la época (Unphu 1), de Hacienda Doña Julia, de las empresas de la avenida Máximo Gómez, del ex hipódromo, del ex hotel Jaragua, las tierras del hotel Hispaniola (La Paz), del Agua y Luz y de los ex Ingenios!! . Hoy se anuncia que el terreno que ocupa Metaldom será convertido en un gran residencial de 2,000 apartamentos para clase media y media alta y con fideicomiso. Y nos preguntamos: 1. ¿En cuánto se compraron esos terrenos (si se compraron!) y cuánto valen hoy?. La sociedad dominicana debe solicitar al gobierno municipal que aclare: 1. ¿Cómo vamos a recuperar las plus valías que generó el proceso de urbanización general de la ciudad, a esos terrenos como la prolongación Núñez de Cáceres, las rotondas y puentes, el drenaje pluvial y el alcantarillado que acompañaron esas obras, la construcción de la avenida Independencia que sirvió al transporte de la producción, los costos de mantenimiento del Malecón varias veces destruido por los imponentes camiones de agua y de varillas que transitaban a diario allí y todas las urbanizaciones como Jardines del Sur, Tropical y Dominicanos Ausentes y que costeó el pueblo dominicano! La gestión democrática de la ciudad plantea, hoy en día, la recuperación de la plusvalía inmobiliaria derivada de la “infraestructura urbana por el uso del suelo, del espacio público y edificable”, al considerar que el incremento en los valores de mercado de las viviendas, comercios y otros, generado por la inversión pública, tendría que formar parte de la riqueza de la ciudad. La recuperación de plusvalías representa una inmejorable oportunidad para avanzar hacia el cumplimiento de un principio elemental de justicia social en las ciudades: la distribución equitativa de las cargas y beneficios entre todos sus habitantes. La recuperación de plusvalías no busca eliminar la propiedad privada, ni imponer un nuevo impuesto, ni robar el patrimonio de nadie; busca recuperar para la ciudad una parte de la ganancia obtenida por privados a partir del valor que genera la inversión pública en equipamiento y servicios urbanos, porque la plusvalía no es algo que simplemente se genera por la acción individual de los propietarios, sino por el conjunto de la sociedad dominicana. Hoy se le debe rendir cuentas.

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